El preparador germano debe pasar a la historia de este deporte. Tal vez sus métodos no sean revolucionarios pero sus formas y lo que ha logrado con el conjunto borusser le sitúan entre los mejores del mundo. Novias y posibles destinos no le van a faltar pero ese es un debate para más adelante. Hoy toca echar la vista atrás y disfrutar con lo vivido.
Klopp llegó a Dortmund en 2008, poco después de que el BVB superase una crisis que a punto estuvo de llevarle a la bancarrota. Con él al mando el equipo amarillo ha llegado a situarse en la élite del balompié europeo, además de dejar su sello personal e inconfundible.
De una personalidad arrolladora el mundo del fútbol debe a Kloppo, no sólo haber devuelto al Dortmund a los puestos nobles de la tabla, excepto este curso, sino haber revitalizado la Bundesliga gracias a sus duelos con el Bayern Munich y a su valiente propuesta.
El legado del técnico está ahí. A parte de sus 2 Bundesligas, 1 DFB Pokal y 2 Supercopas, su juego ilusionó y fascinó a un gran número de aficionados gracias al dinamismo y juego ofensivo que proponía. Además contraponía juventud y cierto descaro a los poderes futbolísticos establecidos y su presión ahogaba a sus rivales, que en la mayoría de los casos se veían desbordados por un torrente de buen fútbol.
Otra aportación de este genio ha sido situar los nombres de Lucas Barrios, Shinji Kagawa, Mats Hummels, Mario Gotze o Nuri Sahin en el disparadero. Si no hubiese sido por que un técnico valiente apostó por ellos y estos le correspondieron con su mejor juego, probablemente no habrían sido tan conocidos.
Da igual que no te guste la Bundesliga, que no seas seguidor del Borussia Dortmund. Si realmente disfrutas de este deporte hay que quitarse el sombrero ante Jurgen Klopp.
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