El futuro de Podem Catalunya

Publicado el 10 agosto 2016 por Msnoferini

Para todos aquellos que me conozcáis o me hayáis leído de manera habitual sabréis de mi militancia política en Podemos, como también sabréis de mi cansancio y decepción. Pero lo cierto es que aun estando bastante desilusionado con los derroteros por los que parece deambular nuestro partido no tengo intención, para desgracia de algunos, de abandonar el partido. Creo, tal como he dicho en alguna otra ocasión, que irme ahora sería como una derrota y pienso que aun puedo aportar mucho. Pienso que las personas críticas y sinceras, pero siempre desde una perspectiva constructiva, somos muy necesarias en proyectos políticos como en el que estamos inmersos.

Y dicho lo dicho mencionar que tras la elección de los nuevos órganos ejecutivos de Podem Catalunya y su Secretario General me prometí, y así lo dije públicamente, que les daría un margen prudencial de tiempo antes de abrir boca y si se lo mereciesen criticarles, cosa que espero que no suceda.

No desvelo nada nuevo si digo que la candidatura que se hizo con la victoria en estas pasadas elecciones internas, copando buena parte de los 35 puestos (34 CCA y 1 de la SG), no contaba con mi apoyo ni tampoco con mi confianza. Los motivos ya no vienen al caso. Lo único que puedo decir es que estos compañeros/as, y todos los que forman el nuevo Consejo Ciudadano, les espera el difícil reto de enderezar la situación en Podem Catalunya y recuperar unos valores que parecen haberse perdido por el camino, a la vez que van a tener la responsabilidad en algo tan importante como decidir el futuro de nuestro partido, un futuro que algunos compañeros y compañeras entienden que ha de pasar por una confluencia de partidos o por una unión en un partido instrumental.

Desde la militancia, que no los inscritos –ya que cualquiera puede ser inscrito–, somos mayoría los que, al igual que se ha visto en Galicia, rechazamos la creación de un partido instrumental que absorba o fagocite a Podem Catalunya. Creo que la mayor parte de los miembros activos de Podemos –pues no son pocas las sospechas de que una buena parte de los inscritos, a los que ya he hecho referencia, fueron inscritos por otras formaciones con el fin de poder tener un cierto control sobre las decisiones que se pudieran tomar a la hora de votar– aceptamos y/o apoyamos cualquier confluencia electoral que pueda servir para tener el mayor número de apoyos a la hora de entrar en las instituciones y trabajar en beneficio de la ciudadanía, pero nos negamos a aceptar la creación de un nuevo partido en el que integrarnos.

No somos pocos los que nos preguntamos ¿qué necesidad existe de crear un nuevo partido que venga a suplir a Podemos en Catalunya si ya existimos nosotros? ¿No somos acaso un partido transversal totalmente abierto a todas aquellas personas que vengan a sumar con la única condición de aceptar nuestros Principios Éticos? ¿No hemos aceptado la integración de otros partidos en nuestras filas, como Revolta, y hemos permitido que una parte de sus miembros ocuparan buena parte del Consell Ciutadà de Catalunya? ¿Por qué hemos de ser nosotros los que siendo el actor con mayor tirón entre el electorado deba renunciar a nuestro nombre en beneficio de la élite que se encuentra tras el nombre En Comú?

Hace pocos días los compañeros de Galicia nos enseñaron el camino a seguir en Catalunya, sometiendo a votación entre sus inscritos cuál debía ser la fórmula que debía elegir Podemos Galicia para concurrir a las próximas elecciones autonómicas a su parlamento, y con muy buen criterio la pregunta tenía dos posibles respuestas: a) Como una confluencia electoral con los diversos actores del cambio, y b) En solitario. Tras someter la pregunta a consulta el resultado fue ir a las elecciones en una coalición electoral. Lo que por lo visto no ha gustado a quienes convirtieron la coalición En Marea en un partido, llevando a los diferentes actores de dicho proyecto a negarle a Podemos Galicia esta forma de asociarse y cerrando la puerta a poder concurrir juntos a las próximas elecciones gallegas.

Compañeros y compañeras que vais a llevar el peso de la negociación, con En Comú, ICV, Equo Procés Constituent y no sé cuantos más, desde aquí os pido dos cosas: una que toda negociación cumpla con esa máxima nuestra que constituye un pilar en este partido aunque por desgracia no siempre se ha cumplido, máxima transparencia y que sea “con luz y taquígrafos”; y dos no negociéis algo si previamente los militantes e inscritos no hemos decidido si queremos  unirnos o hermanarnos, y cuál ha de ser la forma elegida para hacerlo.

También me gustaría hacer referencia a que el próximo 25 de septiembre no sólo va a haber elecciones para la Xunta de Galicia pues también nuestros hermanos de Euskadi están llamados a las urnas, lo que les ha llevado a afrontar el reto de negociar e intentar cerrar por primera vez un acuerdo con diversos actores políticos en busca de una confluencia electoral. El resultado de esa modélica negociación ha sido el cerrar un excelente acuerdo, a la espera de ser ratificado por su militancia, en la que a la hora de confeccionar la candidatura el peso de Podemos Euskadi, IU y Equo será proporcional al peso que cada una de las formaciones ha demostrado tener en las últimas elecciones y en la vida política en Euskadi, lo que les va a suponer tener una representatividad del 83% para Podemos, un 12% para IU y un 5% para Equo. El hacer referencia a esta negociación y su resultado viene a cuento de que si al final se cerrase algún tipo de acuerdo, por así desearlo las bases, debemos ser los suficientemente inteligentes como para saber darle a cada partido u organización el peso real que pueden tener en la confección de cualquier candidatura, no podemos volver a caer en el errores cometidos hasta la fecha que en la confluencia con ICV en ese esperpento de candidatura llamada Catalunya sí que es pot permitimos que a día de hoy ICV tenga a 7 de 11 representantes en el Parlament y nosotros 4; o en la confluencia al Parlamento estatal donde concurrimos con la marca En Comú Podem, siendo el número de representantes electos 12 y de los cuales En Comú tuvo 5, ICV-Euia tuvo otros 5 y Podem Catalunya se quedó con sólo 2 representantes.

En conclusión:

1.-Aunque a algunos no nos guste la idea de la confluencia la aceptaremos si la militancia así lo decidiera en beneficio de sumar apoyos en la búsqueda de un cambio político, otra cosa es aceptar la creación de partidos instrumentales pues muchos consideramos esta opción inviable por entender que atenta contra nuestros propios principios.

2.-La militancia ha de tener conocimiento desde el minuto cero de cómo se lleva a cabo la negociación.

3.-A la hora de negociar una posible confluencia electoral se ha de hacer entender a las otras partes que nosotros somos el actor principal de dicho proyecto, lo que nos debería llevar a conseguir a un acuerdo similar al negociado por nuestros hermanos de Euskadi, salvando las distancias y teniendo en cuenta de que hay mayor número de actores en el proyecto.

Por lo tanto visto lo expuesto simplemente añadir que si debemos negociar una confluencia se acabó considerar a ICV y EUiA como dos entes diferenciados, se acabó darle a En Comú todas las ventajas y permitir que se crea el eje central del proyecto, se acabó el que otras formaciones y organizaciones minoritarias tengan mayor representatividad de la que les correspondería por su pasado y su peso político. Y si no quieren entenderlo o aceptarlo nos olvidamos de quienes no nos respetan y tomamos la misma vía que han tomado nuestros compañeros de Galicia, presentarnos solos como Podem Catalunya, que ganas ya tenemos. Ya se acabó el ser ninguneados y el ser la mano de obra de nadie, somos Podemos y nacimos para conquistar los cielos o lo que es lo mismo, las instituciones.

MSNoferini