Para febrero de 2017 está anunciada la publicación de Journalism after Snowden. The future of free press in the surveillance state, libro que la Universidad de Columbia concibió con la intención de analizar los desafíos que el periodismo de investigación enfrenta en una sociedad cada vez más informatizada y vigilada. El ex integrante de la CIA y de la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Edward Snowden, y los primeros destinatarios de sus revelaciones son algunas de las figuras convocadas por los autores de este trabajo que, aunque académico, pretende llamar la atención ciudadana.
La directora del Tow Center for Digital Journalism, Emily Bell, y el profesor adjunto de Medios Digitales y Asuntos Globales de la Universidad de Columbia Británica, Taylor Owen, conforman la pareja autoral de esta antología de artículos sobre prácticas de seguridad digital, acceso a datos confidenciales, protección de fuentes, derechos legales de los periodistas entre otros temas. La promoción del libro comenzó en el otoño austral: en abril, con la organización de una mesa-debate en el 17° Festival Internacional de Periodismo en Perugia, Italia, y en mayo con la publicación de un fragmento de la entrevista que Bell le hizo a Snowden a fines de 2015 (la versión completa aparece en el libro).
Desde entonces, medios autogestionados de distintos países (por ejemplo Russia Insider y Agora Vox) replicaron este segmento donde Snowden analiza el trabajo que llevó adelante en 2013 con un grupo de periodistas (entre ellos Glenn Greenwald y los entonces editores de The Guardian, Alan Rusbridger, y del New York Times Jill Abramson) para dar a conocer documentos clasificados de los Estados Unidos sobre programas de vigilancia masiva, entre ellos los denominados PRISM y XKeyscore. El entrevistado estrella también se refiere a las leyes que definen la filtración de información confidencial gubernamental como traición a la Patria, al rol que la prensa debería asumir frente a los Estados siempre (en mayor o menor medida) policiales, a las dificultades que el periodismo de investigación encuentra en un mundo cada vez más tecnologizado, y por lo tanto sometido a censura y control.
A título ilustrativo, Espectadores transcribe las siguientes tres declaraciones del informante refugiado en Rusia.
– “Uno de los mayores desafíos derivados de la naturaleza cambiante de la relación entre medios y gobiernos tiene que ver con el hecho de que los medios nunca fueron tan fuertes como ahora, y al mismo tiempo cada vez menos dispuestos a utilizar ese poder e influencia debido a su creciente comercialización”.
– (Con las revelaciones de 2013) “transformamos el debate público; pasamos de las interpretaciones a los hechos. Y a veces la distancia entre interpretación y hecho hace toda la diferencia. Para mí esto es lo que define al mejor tipo de periodismo, y ésta es una de las cosas más subestimadas respecto de lo que sucedió ese año”.
– “Mucha gente me elogia como a un actor único, como si yo fuera una figura sorprendente que hizo todo solo. Personalmente me veo a cargo de un rol menor. Fui un mecanismo de revelación”.