El futuro del trabajo ofrece oportunidades nunca vistas pero al mismo tiempo se encuentra con importantes desafíos. Será bueno para unos pero menos para otros.
El informe EL FUTURO DEL TRABAJO, es la edición de 2019 de las Perspectivas de Empleo de la OCDE, y presenta nuevas evidencias sobre los cambios en la estabilidad laboral, el subempleo y la proporción de empleos bien remunerados, y analiza las implicaciones políticas de estos cambios con respecto a la tecnología, la globalización, el envejecimiento de la población y otras megatendencias.
En 345 páginas (339 en formato pdf), analiza cómo se puede usar la regulación del mercado laboral para extender los derechos y las protecciones más allá de los empleados estándar, así como para re-equilibrar el poder de negociación entre empleadores y trabajadores. Analiza cómo se puede movilizar la negociación colectiva y el diálogo social para abordar los desafíos emergentes en el mercado laboral, considerando el papel del gobierno, los interlocutores sociales y las nuevas formas de organización colectiva.
También se aborda el papel del aprendizaje de adultos, con un enfoque particular en los grupos más vulnerables.
Y finalmente, el informe también evalúa los desafíos de las políticas de protección social, presenta evidencia sobre las brechas de apoyo que afectan a los diferentes tipos de trabajadores y discute las vías de reforma para preservar y fortalecer el papel estabilizador clave de los sistemas de protección social.
Algunos datos del informe:
Alrededor del 14% de los empleos en los países de la OCDE son altamente automatizables y otro 32% será transformado radicalmente por el progreso tecnológico. El 40% de los empleos creados entre 2005 y 2016 fueron en sectores intensivos digitalmente.
El mundo se ha vuelto más integrado: las exportaciones e importaciones han aumentado, en promedio, del 23% y el 27% del PIB en 1975 al 43% y al 40% en 2017.
Mientras que poco más del 60% de los trabajadores altamente calificados participan en la capacitación, solo un 20% de los trabajadores poco calificados lo hacen.
La afiliación sindical en la OCDE se redujo al 16% de los trabajadores en 2016, desde el 30% en 1985.
Alrededor del 14% de los empleos en los países de la OCDE son altamente automatizables y otro 32% será transformado radicalmente por el progreso tecnológico.
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