El futuro incierto de los blogs

Publicado el 26 abril 2019 por Leira
El otro día leí un post de despedida de una conocida bloguera para mí desde hace muchos años. No era la primera vez que leía un post suyo de estas características, puesto que en la página donde la conocí, llegó un momento que escribió una opinión en la que decía adiós a sus seguidores (que eramos cientos) y daba la bienvenida, precisamente, a ese blog que ahora parece que va a a dejar (no lo aseguraba categóricamente pero daba a entender que iba a ser así).

Aquella página, como podéis imaginar se llamaba Ciao, que era una especie de “macroforo” donde los usuarios podían escribir opiniones sobre cualquier tipo de productos. Y se ganaba dinero con ello, también. Recuerdo como en poco tiempo aquellas opiniones escritas por sus socios (o como queramos llamarlo) se posicionaban en los primeros puestos de Google cuando buscábamos info de algo, mientras los suscriptores se multiplicaban a diario atraídos por la simple idea de ganar unos “eurillos” a cambio de relatar sus experiencias con los productos que utilizaban. 


Y como si de una red social se tratase, se hicieron muchas amistades virtuales. Entre la chica que os comento (de la que me encantaron sus opiniones de Madrid, sobre todo), me acuerdo de hacerme amiga de otra chica que había ido a mi mismo colegio (pero que nunca nos habíamos visto). También reencontré a un chico que había ido conmigo a un campamento cuando eramos pequeños. O conocí a Laky, de quien soy asidua de su blog desde hace años. Y a tantas otras personas que ya no recuerdo porque les perdí la pista en este mundo virtual que no hace más que cambiar y cambiar Porque Ciao, que en su día como os contaba fue una página de referencia en cuanto opiniones se refiere, fue muriendo de inanición. Últimamente ya no escribía casi nadie y ni dinero se ganaba prácticamente. Pero eso no fue lo que lo mató, porque a Ciao no lo mató nadie, sino que murió por si mismo. Y su muerte se debió a que quedó obsoleto y su formato dejó de tener sentido, en detrimento de la llegada de redes sociales como Facebook, Instagram, Tripadvisor donde el intercambio de información es más rápido y hasta más concreto (como es el caso de Tripadvisor que está enfocado al mundo de la hostelería exclusivamente). Y también los blogs le hicieron la competencia a Ciao y salieron ganando estos últimos. Precisamente, muchos suscriptores de Ciao teníamos (y tenemos todavía) blogs personales donde escribíamos las opiniones que habíamos subido primero a la otrora página de opiniones. Pero nos acabamos cansando y decidimos quedarnos con nuestros cuadernos de bitácora, ya que ofrecía, entre otras ventajas, la posibilidad de programar nuestros posts y publicarlos cundo quisiésemos. Y antes de que Ciao desapareciese de la faz de la tierra, yo subí mi correspondiente opi de despedida (lo de opi es porque así llamábamos cariñosamente a las opiniones). No quería que aquella página cerrase sin decir adiós de forma personal. Y así acabó mi relación con Ciao, que paradójicamente significa adiós en italiano. Una relación que duró más de 10 años y en la que llegué a escribir con 2 nicks diferentes, viendo que con el primero llegó un momento que no me seguía nadie. Por cierto, y a modo de cotilleo os soplo que la escritora Lorena Franco, conocida escritora de Ella lo sabe, entre otras novelas, escribía opiniones de productos de belleza. Quién sabe si no había leído algo de ella ya…


Como os decía antes, los blogs ganaron terreno a Ciao y se posicionaron como favoritos entre el público. Muchos eran los servidores que ofrecían sus servicios gratuitos para que cualquier usuario de Internet pudiera tener su rincón personal para escribir lo que le apeteciera. Que yo recuerde tuve uno dentro de un periódico que no recuerdo el nombre pero del que me cansé y nunca más supe de él. O aquel Myspace que arrasó hará como 10 años y que no había grupo musical que no tuviera el suyo correspondiente. Según leí el otro día, alguien lo compró y sigue funcionando… Yblogspot fue el favorito entre los servidores para los usuarios. De una manera sencilla e intuitiva podemos personalizar nuestros blogs y escribir lo que queramos. Durante una época, quien más y quien menos se creó uno y hay quien llegó a triunfar con ello. Los hay de todo tipo: de moda, de recetas, de poesía, de música y, por supuesto, de reseñas de libros que es de lo que acabó siendo el mío. Sí, porque cuando empecé con él era más bien como un diario donde iba plasmando mi vida, hasta que el propio blog tomó vida y se convirtió en un blog literario, principalmente. Pero últimamente observo que los blogs están de capa caída también. Quizá los literarios son los que más sobreviven, debido a que la propia literatura incita a que escribamos. Aún así, lo cierto que, sobre todo Instagram, es una red muy utilizada para reseñar los libros que la gente va leyendo. Ya sea en la sección de noticias o en las storys, lo cierto que es muy común que los lectores hagan una reseña de un libro que han leído de una manera más sencilla que si la tuviesen que escribir y subirla al blog. Y no sólo reseñas sino recetas de cocina, maquillajes o vestidos, lo cierto que Instagram hace que los usuarios puedan compartir sus experiencias de una forma mucho más rápida y llegando a una audiencia mayor si cabe. Por este motivo, creo que el futuro de los blogs no está muy claro, pero me temo que como tantas otras cosas del mundo virtual que desaparecieron de la noche a la mañana, cualquier día los blogs pasen a mejor vida. O quizás evolucionarán en otras cosas. O quizás estén evolucionando ya y no nos estemos dando cuenta, quién sabe. Pero yo que llevo usando Internet desde el año 99 (¡20 años ya!) he visto como fue trasformándose este mundo poco a poco. Al principio eran sólo Páginas web que ofrecían chats para que los internautas pudiéramos interactuar. Y mirad lo que es ahora. Así que me temo que los blogs corran el mismo destino y en unos años (o no tantos) un blog será un recuerdo de algo que un día desaparició. O se convirtió en otra cosa.