El futuro: la papeleta más difícil del Studio Ghibli (I)

Publicado el 21 junio 2010 por Alvaro

¿Quién es Hiromasa Yonebayashi?



 

A nadie se le escapa que Isao Takahata y Hayao Miyazaki no son eternos, sus trabajos sí pero ellos ya tienen una edad y algún día ya no muy lejano (por desgracia) habrá que plantearse qué será del Studio Ghibli cuando ellos no estén en condiciones de llevar las riendas. Para iniciar este espacio dedicado al 25 aniversario del Studio Ghibli qué mejor que empezar mirando hacia el futuro.



Con el estreno de The Borrower Arrietty (Karigurashi no Arrietty) el 17 de Julio el Studio Ghibli vuelve a dar un paso al frente en busca de que por fin un director fuera de los dos fundadores del estudio logre el éxito pleno, cosa que siendo realistas nunca han logrado. Ese enorme peso recae en los hombros de un trabajador de la casa como es Hiromasa Yonebayashi, que a sus 36 años se pone al frente de toda una película del estudio de animación más importante de Japón.
No hay muchos datos sobre él, en Ghibli son muy discretos, pero se sabe que Hiromasa Yonebayashi nace en 1973 en la prefectura de Ishikawa, en Japón. Accede al Studio Ghibli en 1996 tras graduarse en diseño comercial en el Kanazawa College of Art.

La historia en la que se basa Karigurashi no Arrietty, The Borrowers, novela escrita por Mary Norton en 1952 cautivó a Miyazaki hace 40 años y no ha sido hasta ahora que se ha decidido a llevarla a su propio terreno, la animación. Sin embargo no es él el que se pone al frente del film aunque sí escribe el guión y lleva toda la planificación del proyecto.
Según el productor Toshio Suzuki, se eligió a Yonebayashi por el gran talento que ven en él y además por ser muy querido entre sus compañeros en el estudio. El propio Maro (apodo por el cual es conocido amistosamente en Ghibli) se sorprendió mucho de su elección ya que había compañeros con más experiencia que él. No en vano, el nuevo director es el más joven que ha dirigido una película del Studio Ghibli hasta la fecha.

 

Una de las poquísimas imágenes que hay de Yonebayashi,aquí junto a una escena suya de El viaje de Chihiro

 
Pero el director de Arrietty no es un novato pese a su corta edad. Tampoco es ajeno al particular funcionamiento de una empresa como el Studio Ghibli, con unas ideas y un modelo de trabajo "diferentes". Desde que en 1996 entrara a formar parte del estudio con 23 años en La Princesa Mononoke de Hayao Miyazaki, en una labor muy menor como animador de continuidad (es decir, los que se dedican al "trabajo sucio" de dibujar los pequeños  movimientos de los personajes, algo a primera vista bastante tedioso y repetitivo), hasta ahora que accede por primera vez a la dirección.
Tras trabajar en un rango mayor fuera del estudio en la serie Serial Experiments Lain (1998) como animador clave y en la película Jin-Roh: The Wolf Brigade (1998), sigue fogueándose en Ghibli en el mismo puesto de trabajo en la animación de continuidad para el film de Takahata Mis vecinos los Yamada, en 1999.


Continúa progresando en su carrera dando muestras de su talento y participa en el año 2000 como animador clave en el proyecto experimental Ghiblies, toda una prueba de fuego para muchos de los animadores con futuro del Studio Ghibli. Sus aptitudes no pasan desapercibidas.
Hayao Miyazaki se fija en él y le da uno de los puestos en la animación clave de una de las obras más ambiciosas del estudio: El viaje de Chihiro (2001). La experiencia es buena, parece que Yonebayashi entra poco a poco a formar parte del selecto grupo de animadores de confianza de Miyazaki.
Sin embargo él parece tener algo especial que no tienen los demás. Así le llega uno de sus trabajos más importantes cuando en 2003 es designado director de animación del cortometraje para el Museo Ghibli Mei to Konekobus dirigido por el mismo Hayao Miyazaki. Es sin duda una de las muestras más evidentes de que el fundador de Ghibli tiene puestas muchas esperanzas en este animador que no solo puede ya considerarse "de la casa" sino que viene de la nueva generación de animadores que tanto buscan en la compañía para poder continuar la labor que se inició con la creación del estudio en 1985. Importante esto ya que los hombres de confianza de la vieja escuela también van retirándose o cuentan con edades que no les permiten ya ser opciones de futuro.


Tras una experiencia externa como animador clave en la prestigiosa serie Monster basada en el célebre manga de Naoki Urasawa, Miyazaki vuelve a reclamarle para formar parte de El castillo ambulante (2004) también como animador clave. El status de Yonebayashi sube enteros día a día.
En 2006 da un nuevo salto como asistente del director de animación Takeshi Inamura en Cuentos de Terramar. Esta vez no tiene el amparo de Hayao Miyazaki aunque sí de Toshio Suzuki, pero el trabajo puede que sea más importante: Guiar al novato director Gôro Miyazaki que nunca ha trabajado en un film de animación y menos con la enorme responsabilidad de la dirección. Cuentos de Terramar sale adelante. No es una película brillante pero logra un gran éxito de taquilla y un buen trabajo en la animación.
La no aprobación de Hayao Miyazaki al trabajo de su hijo no influye en la confianza que le merece Yonebayashi pese a participar en un rango importante de la producción dirigida por Gôro, y seguidamente vuelve a trabajar en la animación clave de Ponyo en el acantilado (2008).


Su impecable trayectoria le posiciona como uno de los jóvenes animadores más aventajados. Cuando en el Studio Ghibli se habla de una nueva película sin ninguno de los dos fundadores del estudio en la dirección, se abre el gran debate que trae de cabeza a los responsables del estudio. Muchos son los posibles candidatos, porque no olvidemos que si bien la carrera de Hiromasa Yonebayashi es muy buena dentro de Ghibli, hay muchos otros talentos con igual o incluso más dilatado recorrido. Sin embargo el productor Suzuki le elige a él.
Es entonces cuando cabe plantearse que si esta vez se ha elegido a un director "interno" es porque han visto algo especial en él. Y a estas alturas, contar con el completo apoyo y confianza del mismísimo Hayao Miyazaki es poco menos que estar tocado por una varita mágica. Así que no queda otra que confiar en que Hiromasa Yonebayashi puede ser de verdad un director con talento y de futuro para el Studio Ghibli.
Próximamente en el Especial 25 Aniversario del Studio Ghibli... El futuro: La papeleta más difícil del Studio Ghibli (II)




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