ROMA (Reuters) - El gabinete italiano aprobó el viernes legislación para desregularizar algunas profesiones y sectores de servicios, en un intento de aumentar la competencia, rebajar costes para los consumidores e impulsar un crecimiento que sufre de debilidad crónica en la tercera economía de la zona euro.
"Hemos adoptado un paquete de reformas estructurales para ayudar al crecimiento", dijo el primer ministro, Mario Monti, tras una reunión de 8 horas con el gabinete. "Más competencia supone más posibilidades para los jóvenes y menos para las rentas y el privilegio".
Con Italia en primera línea de la crisis de deuda de la zona euro, Monti está esforzándose por convencer a los mercados de que una economía lenta y rígida puede reformarse, aunque algunos comentaristas cuestionan el potencial de crecimiento de su hornada de pequeñas medidas.
Monti dijo que las reformas, que afectan desde a las farmacias hasta a los bancos, notarías y taxistas, sin duda encontrarán oposición porque "mucha gente prefiere el status quo en lugar de enfrentarse a nuevos desafíos".
Los taxistas y abogados han anunciado que huelgas contra las medidas, que son de efecto inmediato pero deben ser aprobadas por el Parlamento o expirarán.
El paquete incluye una abolición de las tarifas mínimas para todos los servicios profesionales, la emisión de 5.000 nuevas licencias de farmacias y la creación de una autoridad responsable de gestionar las redes de energía e infraestructuras.
En el futuro será posible hacer en la universidad parte de las prácticas necesarias para unirse a gremios profesionales.
Sin embargo, los ministros no ofrecieron una relación completa de las medidas en la rueda de prensa.
El ministro de Industria, Corrado Passera, dijo que el Gobierno ha decidido suspender el llamado "concurso de belleza" para otorgar nuevas frecuencias de televisión digital, un método que pretendía otorgar frecuencias sin cobrar a las operadoras por obtener las licencias.
El sistema ha sido muy criticado por favorecer a las cadenas que ya existen, como el grupo Mediaset, propiedad del ex primer ministro Silvio Berlusconi y que es la mayor red de cadenas del país.
GENTE DE DENTRO
Los esfuerzos de Monti por abrir una mentalidad cerrada que ha crecido en torno a las profesiones en Italia encuentra una fuerte oposición de los que están dentro de ese sistema y se benefician de él.
El primer ministro citó un estudio del Banco de Italia que estima que elevar la competencia en servicios podría impulsar el crecimiento en un 11 por ciento a largo plazo, con la mitad de ese aumento en los primeros tres años tras la reforma.
El Gobierno, que lleva semanas trabajando en las medidas de desregulación, suavizó algunas de sus propuestas iniciales, como la de relajar las normas de despido, eliminar los límites en rebajas de tiendas y elevar el número de licencias de taxi.
Los taxistas, un grupo que es por tradición especialmente combativo, ha celebrado paros encubiertos durante semanas, incluyendo una protesta en la que rodearon la residencia en Roma del primer ministro con sus coches.
Han anunciado más medidas de protesta contra la decisión del Gobierno de asignar la emisión de nuevas licencias a un organismo de transportes, y no a los alcaldes, sobre los que los taxistas creen tener más influencia.
Monti dijo que la economía italiana, que ha estado por detrás de la media de la eurozona cada año desde que el Eurostat empezó a recogerse registros comparativos en 1996, se ha visto entorpecida por una competencia insuficiente, infraestructuras pobres y una excesiva burocracia.
Los dos primeros problemas, señaló, se resolvieron en el paquete de medidas aprobado el viernes, mientras que la semana que viene se presentará otro paquete dirigido a reducir la burocracia.
Monti ya está bajo presión por los intereses afectados por sus reformas, y el lunes fue criticado por Berlusconi, del que depende por su mayoría parlamentaria.
Berlusconi dijo a la prensa que las medidas adoptadas hasta ahora por el nuevo Gobierno "no han producido ningún resultado" y que está listo para volver pronto al poder.
REUTERS/Por Giuseppe Fonte/