Hay lugares que son un gatillo que dispara los recuerdos. Pasas por delante y vuelves a ellos sin que te de tiempo a pensar. Ayer, al volver del teatro pasé por delante del Instituto Francés y volví a acordarme de él. ¿Cuántos años han pasado? Veinticinco por lo menos. Elías, Eladio o Elpidio, quizás sigas siendo periodistas, quizás sigas llevando camisetas negras y chupa de cuero negro. Quizás te acuerdes de mí, sigo siendo la queja que camina y no he aprendido a hablar francés pero me defiendo bastante bien cuando me paseo por Francia de vacaciones.
Elías, Eladio o Elpidio, ayer me acordé de ti. Acabo de recordar que fumabas.