El gato andino (Oreailurus jacobita) es un pequeño felino que habita en las regiones altas de los Andes de Argentina, Bolivia, Chile y Perú; está considerado como la especie felina con el mayor grado de amenaza en América y una de las menos conocidas del mundo. Actualmente se encuentra entre los cinco felinos más amenazados del planeta.
Algunas culturas andinas le consideraban, junto con el gato de las pampas (Oncifelis colocolo), un animal sagrado relacionado con la abundancia y el bienestar; sus pieles aún se usan en las ceremonias dedicadas al ganado camélido o al inicio de la época de siembra o de cosecha. Ambas especies son conocidas como “titi”, “titimisi” o “titiphisi” en zonas de habla aimara, y como “oskhollo” en zonas de habla quechua.
Habita en zonas de vegetación no muy alta ni espesa, así como en las estepas y áreas rocosas. Está documentado desde los 3.000 hasta los 5.000 metros de altitud, tal vez más arriba, por encima de la línea de árboles, aunque se ha avistado en la provincia argentina de Mendoza por debajo de los 2.000 metros. En esa provincia, el extremo austral de su geonomía, se ha señalado la presencia de la especie en la Reserva Privada Villavicencio y se considera de valor la propuesta de anexar como nueva reserva el ambiente de Paramillos de Uspallata por ser muy probable zona de presencia del gato andino entre los 2.500 y los 3.000 metros.
Se alimenta de roedores de pequeño y mediano tamaño de los géneros Abrothrix, Chinchilla, Lagidium, Ctenomys y Phylotis, entre otros, además de aves acuáticas y terrestres, huevos y reptiles.
Muestra un comportamiento tranquilo y al parecer no se siente perturbado por la presencia humana, ya que tolera la cercanía de observadores sin mostrar mayor temor. Reacciona agresivamente frente al zorro gris (Lycalopex griseus), erizando los pelos del lomo, probablemente porque es un competidor trófico.
Los valles habitados por humanos actúan como barreras, fragmentando la población, e incluso bajos niveles de caza furtiva pueden ser devastadores.
El estudio del gato andino es una prioridad dentro del plan de acción del Grupo Especializado en Gatos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y desde 1998 diferentes equipos de investigadores en Argentina, Bolivia y Chile han participado en exploraciones de campo, con la finalidad de obtener información básica sobre la distribución y el estado de conservación de la especie. En Perú estas actividades empezaron el año 2002.
Fuentes: