Para la puesta de largo de Gato se nos ha preparado una película a su medida: alocada, ligeramente surrealista, aventurera y jovial, ideal para pasar un buen rato con toda la familia sin mayores complicaciones.
No está al nivel técnico ni artístico de las producciones de otros gigantes como Pixar, pero las correrías de nuestro peludo amigo mexicano son un muy meritorio espectáculo, que los amantes de la animación sabrán apreciar.
El Gato con Botas parte de la misma premisa que su saga de origen, Shrek, es decir, un divertido mashup de cuentos populares adaptados a estos tiempos modernos, con el toque gamberro marca de la casa, mucha acción y, cómo no, toneladas de humor, con gags que oscilan entre el slapstick para los más pequeños a bromas algo más elaboradas para regocijo de los más talluditos.
En esta ocasión se nos presenta a Gato antes de tener su encontronazo con el célebre ogro verde (vamos, que estamos hablando de una precuela), y narra la temeraria aventura que nuestro minino favorito tendrá que acometer para robar el legendario tesoro que llevaba toda su vida buscando: ni más ni menos que las judías mágicas, que una vez plantadas permiten acceder a un maravilloso castillo en los cielos cuyo propietario, el gigante, es poseedor de la oca de los huevos de oro. Para ello deberá unir sus fuerzas con un viejo compañero de tropelías, el huevo Humpty Dumpty y, muy a su pesar, aliarse con la gatita Kitty Zarpassuaves. La combinación será explosiva y sus aventuras, tan trepidantes como hilarantes.
El Gato con Botas es quizá la mejor película animada de este 2011 que ya toca a su fin, una aventura vibrante y muy entretenida que hará las delicias de los más pequeños estas Navidades... y que arrancará más de una carcajada a los más mayores, que bien pueden disfrutar de la peli sin la excusa de acompañar a los nanos. Como digo, el entretenimiento está asegurado.
A nivel técnico el estudio Dreamworks nos ofrece un apartado gráfico que, sin ser una obra maestra, da la talla holgadamente para los tiempos que corren. Hay que destacar la gran expresividad de unos personajes vivos y con alma y los cuidados efectos de luces y sombras, además de las fabulosas texturas de todo lo que vemos en pantalla. A esto hay que añadir el doblaje, que en castellano también cuenta con las voces de Antonio Banderas y Salma Hayek en los papeles principales. Toda una delicia.
En este Gato con Botas hay multitud de guiños y parodias que los más cinéfilos agradecerán. Además, los amantes de los mininos no podrán evitar esbozar una sonrisa con las innumerables referencias al universo felino, ya que nuestro héroe, además de un bravo aventurero y un tierno amante es, por encima de todo, un gato muy gato.
Por los divertidos 90 minutos que nos ha hecho pasar, le doy 6 ronroneantes wasabis.