Es curioso, ya que hace tiempo pensé en hacer crónicas de conciertos a los que acudí antes de que en junio de 2008 comenzara la andadura de “Discos, música y reflexiones”. Supongo que el exceso de trabajo me lo impide, y por ello no me he atrevido a hacer un post sobre por ejemplo aquel 2º, y de momento último, concierto que vi de The Cure en el Palacio de los Deportes en marzo de 2008. Pues El Gato Kilo nos trae de su mano la crónica del concierto que vio de Fabio McNamara junto a Luís Miguélez en el año 2001, en la gira del gran disco “Rockstation”. Espero que les guste el post y visiten el blog de Kilo, ya que no tiene desperdicio y seguro que no les dejará indiferentes.
Les advierto que el tono editorial es duro y en el blog de Kilo se habla en plata, ya sea en el plano social o musical, puesto que no es un blog exclusivamente musical, sino que en el mismo el buen gatito que lo controla le mete unos buenos zarpazos de cuando en cuando a ciertas injusticias sociales y desastres de índole político, proponiendo medidas y soluciones que a veces son muy radicales, pero que tienen una lógica sorprendentemente aplastante en algunos casos. En el apartado musical, no se pierdan las retrospectivas y artículos biográficos que ha hecho sobre muchos grupos musicales de su agrado, la mayoría de índole electrónica, ya que me río yo de la wikipedia y otras fuentes que se atreven a consultar. Así que, no se lo piensen y otórguense un largo y provechoso paseo bloggero por el blog de El Gato Kilo (las etiquetas que figuran en la columna lateral de la derecha, les ayudarán mucho en su navegación para buscar temas de su interés).
Por mi lado, mi artículo de intercambio en El Gato Kilo versa sobre mi animadversión a cierto tipo de eventos musicales. Verán una faceta prosaica más dura de la que pueden leerme en estas tierras. No se asusten en exceso, pero es que al intercambiar post entre blogs, entiendo que hay que amoldarse un poco a las formas que se siguen en la bitácora donde vas a colaborar, ¿no? Bueno, le dejo con la gran crónica que Kilo ha hecho 11 años después de aquel impagable concierto(en aquellos días las cámaras digitales no estaban extendidas en el mundo, con lo que la imagen ilustrativa es una simple captura de un video de youtube del concierto en Radio 3 que dieron en la época):
“Tenia muchas ganas de ver a Fabio de Miguel y Luís Miguélez, es decir McNamara, juntos en un escenario, la ocasión no era para menos, meses atrás habían vuelto triunfales con un disco “Rockstation” que era toda una bomba de glam, pop y electrónica eficaz. Para mi sorpresa este álbum estaba teniendo una cierta repercusión y digo para mi sorpresa porque el anterior intento del duo McNamara/Miguélez “A Tutti Plein” (1995) paso sin pena ni gloria, a pesar de incluir grandes canciones como “Mata Hari” o “Caños de Meca” (favorita de Carlos Berlanga).
El hecho de que hicieran una pequeña gira con “Rockstation” era motivo de celebración y por supuesto no podía perderme su parada madrileña en la sala Arena. Ya en la cola de la entrada había muy buen ambiente, con gente que ya peinaba algunas canas o simplemente ya no peinaban nada y que supongo que serian de la época de “¡Cómo Está El Servicio De Señoras!” y luego estaban los jovencitos que habían descubierto al grupo gracias a “Rockstation”.
Con todo esto, pues yo estaba un poco en tierra de nadie pues no pertenecía ni a uno ni a otro grupo, además iba solo, aunque lo cierto es que estuve solo por poco tiempo; para mi sorpresa me encontré a un compañero de trabajo que no tenía ni idea de que le iba este tipo de música y que hizo gala de una pluma desconocida para mí.
Con una sala al completo salieron al escenario los teloneros que eran el grupo Gore Gore Gays un trío de estilo technopop que sinceramente no me dijeron mucho aunque bueno, tampoco soy muy objetivo, tantas eran las ganas de ver a Fabio y Luís que podrían haber puesto cualquier otro grupo antes y les hubiésemos hecho el mismo caso, es decir ninguno y es que lo que buscábamos los presentes ese día era asistir a la nueva venida del “Ave Fánix”. Y así fue, en primerísima fila vi como entraban en escena Luís Miguélez con su guitarra dispuesto a dar mucha caña, Fabio McNamara de moreno, camisa que acabaría desabrochándose, pantalón, botas con taconazo y boa de plumas negras. Apoyando al dúo Juan Tormento encargado de teclados y programaciones e inseparable de Miguélez en Glamour To Kill y Glitter Klinik.
Fueron presentados nada más y nada menos que por Tamara Seis Dedos, en ese momento una estrella mediática que pronto pasaría al olvido, pero en esa época tuvo bastante relación con Luís Miguélez e incluso con Nacho Canut y Carlos Berlanga; todos ellos le hicieron canciones para su, hoy inencontrable álbum, “Superstar”.
Empezaron con ese “Ave Fánix” que anunciaba la vuelta por la puerta grande de Fabio al mundo musical y enseguida se metieron con “Freak show” y la gente se volvió loca, todos los que estábamos allí nos sabíamos el “Rockstation” de arriba abajo, por allí pasaron todas y cada una de las canciones del disco desde ese petardazo glam que es “Chulo latino” a esa reconversión al cristianismo de “Yo creo en ti”, que yo en su momento creí que era una burla y mira ahora...
El sonido de la guitarra de Miguélez era atronador, pudiéndose considerar este un concierto casi de rock duro con bases electrónicas. Miguélez ya había anunciado que el directo iba a ser mucho más rockero y bien que lo cumplió. Hubo momentos inolvidables con ese celebradísimo “Mi correo electronic… ¡Oh!” o cuando Fabio cogió el megáfono para cantar “Ultraceñidas”, os podéis imaginar la voz de Fabio a través de un megáfono gritando a los cuatro vientos “se buscan dos maricas muertas congeladas vivas en Paris”, realmente tronchante, como tronchante fue cuando Fabio dejo el escenario para descansar un poco y Miguélez es ahora el que coge el megáfono y empieza a cantar ese temazo que es “Placer por placer” o como la conocen muchos “la de la coca”. Una canción que es todo un descojone; recuerdo perfectamente como en el coche de una amiga se me ocurrió enseñarle esta canción y la pobre chica era incapaz de arrancar el coche de la risa. Pues el caso es que esta canción tiene en mi opinión un casi imperceptible matiz trágico que podemos apreciar después de todas las burradas que dice la letra en la frase “un jaguar y un mercedes, total para que los quieres si estas enganchada”. Miguélez se haría cargo de esta canción en el concierto con un público gritando sin cesar eso de “la coca, la coca…”.
“Gritando amor” fue otro de los platos fuertes y que buen ojo ha tenido Abacab en intuir que era una canción del corte Alaska Y Dinarama. Así es, y Fangoria la llevo en la gira de “Naturaleza Muerta” en cuyo concierto en la sala Galileo el propio Fabio salió a cantar la canción con Olvido.
El grupo decidió en este concierto no mirar al pasado y no sonó ni una sola canción de “A Tutti Plein”, ni de Fany Y Los Más, aunque nos obsequiaron con un “Susan get down” mezclado un poco con “Suck it to me” de Almodovar Y McNamara. También hubo una serie de canciones nuevas de las que recuerdo muy poco, la que de verdad se me quedo en la cabeza fue la hilarante “Bellezas del far west” con ese “beben champagne y se cotizan ¡Y se cotizan!” aunque si no recuerdo mal también tocaron “Celebrate your death”, una atronadora canción que parece casi de grupos del corte de los Guns ‘N’ Roses del primer álbum o incluso de Slayer y que terminaría con muy buen criterio en el repertorio de Glamour To Kill.
Pero todo lo bueno tiene que acabar y llegaron los defensores de Roma para dejarlo claro. “Boogie movie” me atrevo a decir que fue la canción más celebrada, incluso antes de empezar el concierto, en la misma cola de la puerta le oías a la gente eso de “y boogie movie”.
Tras la salida del escenario, vuelve Tamara a preguntarnos que si nos había gustado el show, os podéis imaginar la respuesta del público, allí la gente quería mas y mas pero el caso es que el grupo ya no tenía más canciones programadas, sin embargo decidieron hacer un bis repitiendo “Gritando amor”, elección que certifico si aún no lo estaba ya, lo buenísima que es esta canción que debió sin duda ser single.
En fin, una noche inolvidable de glam, petardeo, guitarrazos salvajes y mucho tacón y mucho glitter. Nos lo pasamos en grande y además la madre de Tamara no nos agredió con el famoso bolso que llevaba un ladrillo dentro.
Al día siguiente en el trabajo mi compañero y yo estuvimos todo el día con la coña de “y boogie movie””.