Pocas veces he leído autores japoneses; en realidad creo que ésta es la segunda. Además, la temática no versa sobre samuráis y geishas, sino sobre un argumento totalmente diferente.
Los que me conocéis sabéis mi gusto por el medievo; y es en ese periodo en el que se ambienta la novela.
Nos vamos a la Inglaterra medieval, tiempo después de la muerte del Rey Arturo. Él ya no vive, pero sí su recuerdo y algunos de los hombres que formaron parte de su tabla redonda, como Sir Gawain.
Que hay aventuras, es innegable, pero el autor ha querido acompañar estas aventuras de fantasía. Para ello ha utilizado a una dragona.
Inglaterra se encuentra envuelta en una continua bruma, bajo la que Axl y Beatriz recorrerán un largo camino para encontrarse con un hijo al que hace años que no ven. Ambos, están decididos a dar con la causa de esa bruma que encierra el olvido. Durante todo su trayecto se toparán con personajes dispares y seres fantásticos que les ayudarán o no en su búsqueda.
Lo que en realidad encierra la obra es el énfasis en las relaciones personales.
¿Os apetece viajar a la Inglaterra fantástica del rey Arturo?