El Gobierno, que dosifica la aprobación en consejo de ministros de las medidas sociales pendientes antes de las elecciones, dio luz verde ayer a un decreto que extiende la protección por contingencias profesionales a los empleados del hogar (en su mayoría mujeres) incluidos en el régimen especial de la Seguridad Social y se les equipara con el resto de los asalariados.
Aunque desde el 1 de enero los trabajadores del servicio doméstico ya tienen protección por contingencia común, el decreto aprobado ayer ordena que esa protección sea específica en caso de accidente o de enfermedad laboral, de acuerdo con las recomendaciones del Pacto de Toledo. Por ello se establece la obligación de cotizar por este concepto, además de definir lo que es accidente o enfermedad laboral. El subsidio por incapacidad (baja por enfermedad) es del 75% de la base reguladora desde el día siguiente al de la baja.
Los sindicatos y los trabajadores del sector esperan que al Gobierno de Zapatero le dé tiempo a aprobar lo que para ellos supone la igualdad real, como es la relación laboral y contractual con los empleadores. UGT y CCOO recordaron hace unos días al Ministerio de Trabajo que está pendiente este compromiso desde el 26 de julio pasado para "garantizar unas condiciones de trabajo dignas" para un colectivo que, según la Encuesta de Población Activa (EPA), está formado por más de 700.000 personas, aunque únicamente 296.729 están dadas de alta en el régimen especial de la seguridad social.
El Gobierno tienen redactado un borrador, dado a conocer el jueves por Europa Press, en el que se garantiza el pago en metálico de un salario anual igual al salario mínimo interprofesional (8.979,60 euros).