Cartel contra las represalias del pasado mes de febrero.
Hoy volverán a salir a la calle unidos profesores, padres y alumnos para protestar contra la reforma educativa de Wert, esa que segrega, que retrocede a tiempos de la dictadura, que rompe con la aconfesionalidad del Estado y, en definitiva, que condena la Educación pública, favoreciendo a la privada. Como apuntaba ayer en la columna de Público, en lugar de dividir, de enfrentar a padres contra profesores, lo que han conseguido políticas como las de Aguirre en Madrid o Wert en todo el país es unir aún más a la comunidad educativa.Esta unión está llamada a derrotar, tarde o temprano, las políticas retrógradas y antidemocráticas -impuestas, sin diálogo ni político ni social- del PP. Desde el Gobierno lo saben y, asumido que no pueden enfrentar al pueblo, ahora busca intimidarlo. Así se desprende de la notificación de una multa de 400 euros que han recibido dos profesores en Almansa (Albacete) por participar en una concentración que tenía por lema "Velatorio a la Enseñanza Pública".
No hay mucho más que decir. Día a día el PP muestra su verdadera cara, esa que le convierte en fiel heredero de muchas de las prácticas franquistas contra las que lucharon los españoles, esas que persiguen una sociedad de una minoría privilegiada y una mayoría sometida y explotada. Afortunadamente, ellos mismos se han delatado con su falta de temple, su avaricia y su soberbia, los mismos ingredientes de la receta que está llamada a expulsarles del poder.