Muchas pymes tienen la idea de que el gobierno corporativo es una cuestión aspiracional. Quizá tiene que ver con el exceso de formalidad con el que a veces se presenta en el mundo empresarial, o quizá con la representación que a veces le da el cine.
Alguna vez un emprendedor me comentó que al escuchar el término "gobierno corporativo" se imaginaba a Bruce Wayne (yo lo conocí como Bruno Díaz), el alter ego de Batman, teniendo una junta con 30 hombres maduros de traje y corbata en el piso 60 de una lujosa torre de oficinas.
La realidad es otra: toda empresa, ya sea que opere en un rascacielos o en el sótano de una casa, necesita procesos. Muchos piensan que a esos procesos se llega una vez que la empresa está facturando millones de pesos, pero nada más lejos de la verdad.
El gobierno corporativo implica ciertos hábitos que cualquier empresa que desea sobrevivir más de tres años debe implementar desde el principio. La diferencia entre el gobierno corporativo de una microempresa y la corporación de Bruno Díaz es esta: conforme pasa el tiempo y la empresa crece, así crece su estructura de gobierno corporativo, volviéndose más compleja conforme el negocio lo necesita.
Ante la pregunta que me encuentro repetidamente, "¿para qué necesito el gobierno corporativo?, me gustaría compartir esta serie de respuestas.Para sentar las bases de una empresa exitosa
Cuando una empresa se encuentra en sus primeros años, lo más probable es que los emprendedores o fundadores cubran varios roles a la vez: el de dueños, directores, empleados y hasta consejeros independientes.https://ad04556689773be9abe5aad201dcc653.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html
Por supuesto, es importante conocer todos los roles antes de delegarlos a alguien más, pues sabemos que es fundamental poder delegar para crecer.
También sabemos que no es posible delegar funciones sin documentarlas: actividades, responsabilidades, beneficios, etc. Lo que a veces se nos escapa es que esto no va solamente para los puestos operativos, sino para los roles de dueños y accionistas.
¿Se han establecido políticas de contratación para familiares de los fundadores? ¿Qué pasa si uno de los fundadores quiere dejar de ser socio de la empresa? ¿Cuál es el proceso de toma de decisiones entre los socios cuando están en desacuerdo? Poner este tipo de cosas por escrito no es otra cosa que la semilla para lo que serán el protocolo familiar, el acta constitutiva, el consejo de administración y el consejo de familia.
Para inspirar confianza entre los terceros interesados
Cuando una empresa está buscando inversión, ya sea de parte del gobierno, inversionistas privados o de una institución bancaria, la formalidad marca la diferencia. Una empresa, no importa su tamaño, que tiene reglas y procesos y no se ajusta solo a los caprichos de los fundadores, inspira confianza, pues garantiza orden, transparencia.
Y el éxito lleva al éxito, por supuesto: un préstamo exitoso llevará a otro más grande; un inversionista en el bolsillo dará tranquilidad a otros más que quieran incorporarse al negocio en el futuro; profesionistas talentosos considerarán nuestra empresa como un buen lugar para trabajar, etcétera.Para aprender a estar en desacuerdo
Los conflictos entre socios y parientes pueden matar a un negocio. A veces, los socios no llegan a conocerse del todo hasta que llegan a un desacuerdo: todo es miel sobre hojuelas hasta el primer encontronazo, y entonces los problemas se multiplican: ya no solo se trata de resolver el primer conflicto, ahora hay que aprender a encontrar, con la presión encima, una manera de dialogar y negociar.
En cambio, si los socios celebran desde el inicio sesiones para discutir problemas y analizar soluciones, aprenderán a trabajar en equipo mucho antes de enfrentar situaciones de alta tensión, sin herir susceptibilidades, sin llevarse los conflictos a casa, sin desenfocarse el objetivo original: lograr la rentabilidad de la empresa.Para que haya más gente que resuelva problemas juntos
He utilizado este ejemplo varias veces en el pasado, pero me resulta muy efectivo. Cuando Apple lanzó sus tiendas físicas, rápidamente se convirtieron en uno de los negocios minoristas más rentables del mundo. ¿Cómo logró una empresa de computadoras entender el mundo del retail? Uno de los factores clave fue que Steve Jobs invitó al consejo de administración a una leyenda de la cadena de ropa GAP, Mickey Drexler.
Si Steve Jobs es capaz de admitir que él no puede resolverlo todo, muchos dueños de pymes familiares también.
Antes de tener un consejo de administración es posible construir un consejo consultivo, y antes de eso, armar una simple reunión de socios, invitando a profesionistas de confianza a dar sus opiniones, como una versión un poco más simple de los consejeros independientes.
Estas personas contribuirán con su propio set de habilidades, puntos de vista y experiencia de los que la empresa podrá aprender bastante y reducir su curva de aprendizaje.Para medir los riesgos
Montar una empresa es un riesgo. Cualquier empresario que quiera evitar riesgos solo se está engañando; el riesgo no se evita, se gestiona. Y esto se hace implementando procesos para medir y soportar el riesgo, lo que se logra a través de controles e indicadores que deben medirse periódicamente.
El primer riesgo de un emprendimiento es, por supuesto, validar que haya demanda para su producto o servicio.
Después el reto es crecer, y eso implica saber vender.
Más adelante se podrá hablar de riesgos más sofisticados, pero la esencia del asunto es la misma: hay que empezar a pensar en términos de estrategia, no del día a día del negocio.
El gobierno corporativo sienta las bases para proponer, analizar y ajustar planes estratégicos de manera sistemática, eficiente. Como dice Michael Porter, "la esencia de la estrategia está en escoger qué cosas no hacer" y, como todo en este mundo, la capacidad para discernir qué hacer y qué no hacer se afina con la práctica.
Los hábitos que se ganan al implementar el gobierno corporativo, o procesos inspirados en este, nos ayudarán mejorar nuestra habilidad para tomar decisiones trascendentes, y nos equiparán para enfrentar decisiones que antes simplemente nos intimidarían.