Revista Opinión

El gobierno de Pedro Sánchez con independentistas y totalitarios es el culmen de la corrupción y la bajeza política

Publicado el 07 marzo 2019 por Franky
Nada en la historia reciente de España, desde la muerte de Franco, ha sido más bajo, corrupto y nauseabundo que el gobierno de Pedro Sánchez, aliado con separatistas, golpistas, totalitarios, comunistas camuflados y proetarras, las fuerzas más negativas y miserables de España, todas unidas al socialismo que preside Sánchez por el odio común a España y a lo que ellos llaman "la derecha". El gran drama de España es que millones de españoles no se dan cuenta de que el gobierno de Sánchez ha representado la "cumbre de la bajeza" y que lo peor no es que haya gobernado España durante nueve meses, sino que el terrible experimento amenaza con repetirse, si Pedro Sánchez gana las elecciones del 28 de abril, imponiendo de nuevo a España un gobierno que superaría al anterior. --- El gobierno de Pedro Sánchez con independentistas y totalitarios es el culmen de la corrupción y la bajeza política Si esa victoria se produce, veremos a un Pedro Sánchez renacido, poderoso, bendecido ya por los votos del pueblo, enseñorearse y transformar España, empujado y controlado por sus socios hijos del odio, gobernando y alcanzando cotas que es probable que ni siquiera podamos imaginar.

Muy pocos son capaces de admitir que el terrible experimento de Sánchez pueda ganar las elecciones y repetirse, aunque las encuestas digan que eso es posible. La gente prefiere pensar que esas encuestas están trucadas y que reflejan, por razones electoralistas, la falsedad de que el "sanchismo", corrompido y aliado con Puigdemont, Otegui y otros cabecillas del odio, puede ganar los comicios y gobernar de nuevo.

Sin embargo, la amenaza es cierta y, aunque parezca imposible, el "sanchismo", con toda su carga de miseria política, puede gobernar de nuevo esta España que en el pasado fue grande y admirada en todo el mundo, pero que hoy es una especie de laboratorio donde se procesa la peor escoria política de Europa y el país donde el la bajeza alcanza niveles de sofisticación inauditos.

Ningún otro país de Europa necesita tanto como España que sus políticos cooperen y se unan en la defensa de la regeneración y el bien común, pero en ningún otro es tan difícil lograrlo. Los partidos están tan deteriorados que sólo saben luchar entre ellos, mentir y dar coces para alcanzar el poder y repartir dividendos entre los suyos, sin cooperar, sin unirse para asumir juntos la tarea de salvar la nación, políticamente podrida y dividida hasta el escándalo.

Los dos viejos partidos están tan agrietados e infectados que sólo son capaces de luchar a cuchilladas, sin darse cuenta de que son tan parecidos que parecen gemelos, sobre todo en los campos de la corrupción, en el divorcio con los ciudadanos y en el desprecio a la democracia.

¿Cómo va a ser posible el diálogo constructivo en un país de brutales bloques pétreos y herméticos? La opción preferida siempre es machacar al adversario y deshacer todo lo hecho por el anterior gobierno. En lo único que parece haber acuerdo es en el comportamiento mafioso: todos respetan los privilegios, las subidas de sueldos y los tabúes del sistema: no hablar de los privilegios de los políticos y defenderlos hasta la muerte; no cuestionar las autonomías que nos permiten colocar a nuestros amigos; no criticar jamás la financiación pública y generosa de los partidos; no castigar demasiado a los corruptos; no reducir jamás el tremendo tamaño del Estado; controlemos todos al unísono, la Justicia, limando sus garras para que no nos pueda hacer daño; jamás bajar los impuestos, que nos permiten nadar en la abundancia; abrir las puertas a los inmigrantes porque necesitamos su trabajo esclavo; el pueblo tienen que estar siempre bajo control, lo mismo que los medios de comunicación, a los que se les debe cortar las alas para que no digan la verdad ni nos perjudiquen demasiado, etc, etc.

La reedición del sanchismo gobernante es la peor amenaza que se cierne sobre España, donde con cuatro años por delante, los golpistas tendrían espacio y tiempo suficiente para lograr su independencia, disparándose también la del País Vasco y fortaleciendo los rasgos, pautas y directrices del intervencionismo agudo y el comunismo camuflado que representa Podemos, convertido por Pedro Sánchez en el "socio principal" de su gobierno.

Muy pocos son capaces de advertir que gobernar con los enemigos de la patria, unidos por el odio, es una corrupción tan grande y sofisticada que supera los robos, las estafas y escándalos tan resonantes y sucios como el de los EREs en Andalucía o la trama Gürtel del PP, incluso el saqueo mafioso de las cajas de ahorro por los partidos políticos españoles.

Aunque parezca imposible, los niveles de bajeza alcanzados por el anterior gobierno en sus nueve meses de vida, con sus concesiones humillantes a los golpistas y los privilegios, en forma de dinero y concesiones, a los partidos más desleales y violentos, pueden superarse si Pedro Sánchez consigue en las próximas elecciones la fuerza suficiente para invadir de nuevo la Moncloa.

No es una amenaza, ni un argumento electoralista para restarle votos a los enemigos de España, sino una realidad palpable, sólo posible porque el pueblo español no ha aprendido nada de lo que es y representa la democracia en los últimos cuarenta años, olvidando que el peor enemigo de esa democracia no es la tiranía, sino esa bajeza corrupta y ese odio que lo envenena todo, por desgracia presentes en nuestras vidas.

Francisco Rubiales


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