El Gobierno estudia crear un único instituto del agua

Publicado el 22 marzo 2011 por Sofogebel

El agua, vital al punto que es considerado “el petróleo” del siglo XXI, es un recurso que en Entre Ríos se aborda desde diferentes áreas estatales y con criterios disímiles. Un ente o instituto específico permitiría además unificar la legislación.
Suele ocurrir que a los bienes naturales se los valora más cuando son escasos y, por contrario imperio, la sobreabundancia termina conspirando contra una mayor conciencia en favor del uso adecuado y su preservación. Algo de esto se experimenta en Entre Ríos, extendida sobre el trasnacional Acuífero Guaraní, con un volumen total imposible de cuantificar desde la práctica corriente, ni siquiera si se consigna que se trata de 30.000 kilómetros cúbicos. Para hacerse una idea de las características del patrimonio que debiera defenderse como un verdadero tesoro, tal vez ayude considerar que es producto de una formación de rocas arenosas, depositadas entre 200 y 130 millones de años atrás.
El secretario de Ambiente Sustentable, Fernando Raffo, comparte la impresión. “El agua es un recurso estratégico que tiene la provincia”, definió, antes de apuntar que “debemos trabajar ante todo para tener una legislación única, que es como decir que la competencia del recurso está asentada en varias reparticiones provinciales y eso no es conveniente”.
Para Raffo, el desafío institucional es “que el agua, sea superficial, termal, subterránea, potable, dulce o salada, tenga un único organismo de competencia que, además, unifique la legislación existente, optimice la regulación e inspire un uso racional a escala social”.
Entiende el entrevistado que esa centralización institucional permitirá además “que tendamos a ser más eficientes en las actividades que más consumen agua, como la industrial y la agrícola”. Fue entonces cuando mencionó que “estar parados sobre el Acuífero hace que muchas veces no le demos importancia a cómo preservar esto que aparentemente sobra, hasta que llega una sequía prolongada que nos empuja al laberinto de la paradoja”.
Ante una consulta, ejemplificó con que “el problema no es una perforación chica, para abastecer de agua a un poblado, sino los pozos profundos para riego que muchas veces se hacen sin autorización ni control y, por qué no, sin que se aproveche adecuadamente el recurso superficial que se puede tomar de un río sin ir más lejos”.
En efecto, el 90% de Acuífero Guaraní, que abarca parte de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, aparece cubierto y se accede a él mediante perforaciones. De todos modos, parte del agua de lluvia que precipita en la región ingresa al acuífero directamente, infiltrándose en el terreno o a través de ríos, arroyos, lagos y lagunas que por sus lechos permiten el pasaje de agua hacia capas de terreno más profundas. Se entiende de esta forma sencilla por qué es tan importante preservar también los cursos de agua y los humedales.
CUIDADOS. Si la buena noticia es que esa “recarga” natural sigue siendo mayor al agua que el ser humano toma del acuífero, por lo que la reserva permanente no correría riesgo alguno; la no tan buena es que esa porosidad del sistema puede terminar siendo afectada por actividades potencialmente contaminantes como el vertido de residuos sólidos, el exceso de agroquímicos y la construcción de pozos negros, entre otras.
Estas consideraciones han sido incorporadas al apartado reservado al Acuífero, dentro del trabajo “La gestión del agua y su infraestructura en el desarrollo sustentable del territorio”, que realizara y editara el Consejo Interprovincial de Ministros de Obras Públicas. Allí se justifica la existencia del Proyecto para la Protección Ambiental y Desarrollo Sostenible del Sistema Acuífero Guaraní, cuyo objetivo es “aumentar el conocimiento acerca del recurso y proponer un marco técnico, legal e institucional para su gestión sustentable coordinada entre los países”.
Esta sobreabundancia “local” de agua, se inserta en un contexto mundial de creciente desertificación y múltiples demandas. “Nadie duda hoy que el agua es, desde su múltiple rol, elemental para los seres vivos, incluido el hombre: componente de su hábitat, ingesta y condicionante de su desarrollo”, opina la profesora Cristina Manjón, docente de la Cátedra de Ecología del Profesorado y Licenciatura en Biología, de la Facultad de Ciencia y Tecnología Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader). Para la docente, este recurso nuestro “se ha convertido en el ‘petróleo’ del siglo XXI, porque representa apenas el 3% del total de agua del planeta y, a la vez, porque se está reduciendo a gran velocidad”. La especialista señala, por si alguna duda queda, que “actualmente, más de 30 países enfrentan problemas de escasez y la ONU estima que en 50 años esto afectará a la mitad de la población”.
Agua para las ciudades
LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS para la Educación, la Ciencia y la Cultura ha propuesto que el objetivo del Día Mundial del Agua 2011 está centrado en la atención internacional sobre el impacto del rápido crecimiento de la población urbana, la industrialización y la incertidumbre causada por el cambio climático, los conflictos y los desastres naturales sobre los sistemas urbanos de abastecimiento de agua. El tema de este año “Agua para las ciudades: respondiendo al desafío urbano”, tiene por objeto poner de relieve y alentar a los gobiernos, las organizaciones, comunidades y personas a participar activamente para responder al desafío de la gestión del agua urbana.
Se la llevan en barco
“DENUNCIAS CONCRETAS NO HAN HABIDO y, francamente, cuando se repasa en las exigencias operativas que debieran presentarse, la idea de que hay barcos que se están llevando agua dulce para potabilizarla en Europa o en los propios navíos parece ser parte de una fantasía”, dijo el secretario de Ambiente Sustentable, ante una consulta concreta de EL DIARIO. La duda del funcionario surge cuando trata de identificar la cantidad de buques de agua que se necesitarían para asegurar un abastecimiento más o menos masivo, en cualquier ciudad. “De todos modos, estos son asuntos que también debiera atender la legislación unificada sobre el agua, para fijar condiciones y hasta un canon a las empresas que hagan extracciones intensivas del recurso, cualquiera sea su aplicación”, expuso.
Fuente: eldiariodeparana.com.ar