Bien, estoy de vuelta, no necesariamente porque tenga una gran actualización, no se emocionen demasiado, escribo nuevamente porque desde la primera entrada a pasado algún tiempo; sí, la escribí y publiqué hace poco, pero es el comienzo de la historia, un comienzo que ya había empezado hace aproximadamente un mes. Algunas cosas pasaron recientemente, y como no estoy del todo seguro del qué es relevante en un asunto como este, es mejor que trate de informar cada detalle. Para ponernos al tanto, tengo que decir que me siento como un maldito idiota. En estos momentos desearía ser una especie de héroe de las películas de acción, y no un maldito ermitaño paranoico. Cosa que me costó bastante caro, el ser paranoico, me refiero. Huí, sin saber si me buscaban, y destruí un ordenador con información importante que, muy probablemente, no vaya a recuperar; no pude ser lo suficientemente astuto como para hacer una copia de seguridad. ¡Maldición!, me conformaría con si quiera haber hecho una captura de pantalla, pero no, no la hice, así que puedo olvidarme del que alguien crea lo que digo sin mostrar evidencia alguna. Yo contra el mundo, eso es lo único que comparto con un personaje de filmes de acción. Estoy defraudado, siempre traté a la sociedad de estúpidos, pero creo que cualquiera de ellos, inclusive el estúpido del vecino que tenía, hubiera hecho una copia.
Más allá de mi crisis de nervios, y la vergüenza que siento, puedo decir que las cosas van encaminadas. Pueden olvidarse de que les diga mi nombre, y también pueden hacerlo del que les diga dónde vivo, pero lo que sí puedo decirles, es que tengo un ordenador nuevo, no es lo último, y ni siquiera funciona a plenitud, pero es un comienzo. Lo compré con el poco dinero que tenía, una chica (bastante guapa, he de decir), lo vendía en algo que se llama “Venta de Garage”, parecía apurada por venderlo, en realidad, parecía apurada por vender todo lo que tenía a la venta. Era lógico, a qué vendedor no le gusta vender con éxito, pero ella estaba como yo, aunque no lo dijera; estaba apurada por desaparecer, ¿Qué habrá hecho? No lo sé, pero quería largarse de ahí tan rápido como viento que corría ese día. Ella recibió diez dólares por ese ordenador, barato, aun para ser un ordenador viejo; seguramente pensaba que era obsoleto. Esa chica guapa era otro motivo del por qué quería ser un protagonista de los filmes de acción; ellos siempre se quedan con la chica. Ella tenía lo que quería, y yo lo mío, así que seguimos nuestro camino, y no sé qué será de ella en estos instantes, pero le deseo suerte. Es extraño que piense en una persona que vi una sola vez, y que seguramente no se acuerde de mí, y más en una situación como esta, pero de igual manera, así es.
Mi nuevo refugio es un hotel barato, donde por fortuna, a nadie le importa el bienestar del otro, el casero (de quien tampoco mencionaré nombre), no le importa si soy un asesino, o si secuestro gente, siempre y cuando le pague, y claro, no comprometa su negocio, está bien para él. Hablando de dinero, decidí invertir en cryptomonedas, nuevamente. Estoy al tanto de que no están teniendo mucho éxito, y que su futuro es incierto, sin contar la volatilidad con la que esa clase de monedas sube y baja, pero es la fuente de ingresos de la que voy a tener que depender. Me quedan unos cien dólares en el bolsillo, quizá un par de monedas más, tendré que revisarlo después. Retomando al tema de la conspiración del gobierno, tengo que decir, con pena, que no ha avanzado en nada. La conexión a Internet de ese lugar es pésima, por no decir nula. Las páginas no cargan, y encima, cuando tengo la suerte de acceder a alguna, la conexión cae, seguramente por el peso de las páginas. Antes de que lo preguntes, no, no puedo llevarme esa computadora a otro lado, es una computadora de escritorio, no una portátil, así que no puedo ir por ahí llevándola conmigo bajo el brazo, mientras busco una conexión Wifi por toda la ciudad. Mientras soluciono es inconveniente, tendré que volver a jugar a la antigua; un lápiz y un papel.
Les informaré.