Y sí, digo que sus medidas suben y bajan, pero curiosamente siempre hacen que los ciudadanos empeoren. ¿Será magia? Lo que está claro es que se trata de un ascensor trucado, donde el trayecto nos lleva del Estado del Bienestar al Estado del Nada-tener. Y es que:
- Suben los recortes, bajan las prestaciones
- Sube la prima de riesgo, baja la bolsa
- Suben los impuestos, bajan los salarios
- Suben los pagos por medicina, baja la salud
- Sube la luz, el gas y el agua, baja el poder adquisitivo
- Sube la censura y la represión, baja la libertad de expresión y de reunión
- Suben las tasas universitarias, bajan las becas.
Además está la explicación del ministro superguay, el “maravilloso” extertuliano Wert, quien ha dicho que es bueno que haya más alumnos por aulas, puesto que los alumnos se socializan en el centro educativo. Otra “graciosa” explicación de este ministro trilero y mentiroso.
Estamos en un Estado ascensor, y cada viaje de este gobierno supone una nueva merma al Estado del bienestar. Lo más triste es que habrá más viajes. Lo que no sé es cuánto más aguantará el personal antes de estallar. Dentro de poco, será tarde.
Ya sólo espero –y que sea pronto—el estallido social y que el principio físico de Arquímedes, en política, se convierta en el principio de Rajoy:
Una medida total o parcialmente tomada contra los ciudadanos recibe una caída electoral igual al peso de los derechos sociales que desalojaSalud y República