El gobierno profundiza en la indecencia y ahora mete la mano en la hucha de las pensiones

Publicado el 30 septiembre 2012 por Franky
El expresidente de Endesa y exdiputado del PP, Manuel Pizarro, ha señalado que "no se debe meter la mano nunca" en el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, como ha hecho por primera vez el Gobierno, porque es "el ahorro de toda la vida" de los pensionistas. "Las pensiones no las paga el Estado, se las han pagado los pensionistas con el ahorro de toda la vida, aunque sea un sistema de reparto. Las han pagado por delante y es lo último que hay que tocar", ha declarado el que fue número "dos" de Rajoy, después abandonado por el PP y caído en desgracia porque era demasiado decente, libre y apegado a la verdad para militar en un partido político.

Las palabras de Pizarro son claras y su advertencia coincide con lo que piensan millones de españoles, mientras Rajoy y los suyos, cargados de arrogancia y de insensatez, siguen avanzando por la vía de la obscenidad antidemocrática, poniendo en peligro, todavía más, le futuro de España.

Pizarro ha expresado también que los españoles ya no pueden pagar mas impuestos y que toda política de ahorro, en adelante, debe recaer sobre los gastos del Estado, no sobre los ingresos procedentes de impuestos y tasas. Llega un momento -ha advertido- que el pueblo ya no puede dar más, por mucho que se le apriete.

La "invasión" desde el gobierno del fondo de reserva de la seguridad social es un atentado y un abuso de poder que los ciudadanos nunca deberían permitir. Es importante que el gobierno de Rajoy sienta la indignación del pueblo ante el asalto al fondo de pensiones, un dinero que no les pertenece y que corresponde a los pensionistas. Son ahorros que el Gobierno no puede usar a su antojo.

Si los españoles supieran lo importante y decisivo para la Historia de España que es impedir que los políticos metan su zarpa en los ahorros populares preservados para los ancianos, saldrían a las calles para obligar a retroceder a esos insaciables. Permitir que los sátrapas en el poder invadan ese santuario, hasta ahora sagrado, significa que podrán asaltar en el futuro todas las reservas y los escasos derechos y poderes que subsisten en la ciudadanía. No habrá freno para la jauría.