Publicado en la Web de la F.G.F. , el que lo cumpla que levante la mano derecha o izquierda, no importa peroel silencio ante la ilegalidad nos hace cómplices de las negligencias. ¿Esperamos a oir campanas de difuntos?
Se vivieron momentos de auténtica tensión entre los compañeros y el cuerpo técnico del Chipiona. José Antonio Neva, su entrenador, aseguraba ayer que "ha sido lo más duro que me ha tocado vivir en el fútbol. Soy agente de policía y estoy acostumbrado a ver cosas, pero esto que hemos vivido ha sido muy duro. Por un momento llegamos a pensar que el chaval se nos iba".
Y es que según relata su entrenador del conjunto chipionero, el equipo estaba todavía en el calentamiento previo al comienzo de la sesión de trabajo cuando, de pronto, José Antonio "se desvaneció". "Llevábamos como diez minutos y de pronto vi que dabas dos o tres pasos hacia atrás y que le decía a su compañero Samuel que le agarrase porque se caía", explicó el técnico del equipo.
Neva continuó con su relato de los hechos al señalar que el jugador "empezó a convulsionar, los ojos vueltos y sin respiración. Carlos, el segundo entrenador, se fue corriendo al vestuario a por el tubo de Guedel mientras nosotros tratábamos de que no se tragase la lengua. Creí que entraba en parada y pedimos el desfibrilador que tenemos en el Pabellón pero reaccionó y al poco tiempo le volvió a dar otro ataque. La ambulancia tardó muy poco".
José Antonio llegó estabilizado al Hospital de El Puerto y las primeras pruebas no arrojaron nada negativo para el jugador. Sin embargo, "le dio una nueva arritmia por la noche y se le ha detectado una anomalía" añadía ayer su entrenador.
El mediapunta portuense carecía de antecedentes de esta índole, en su momento pasó controles en varios de los equipos en los que ha militado -ha jugado en Racing Portuense, Conil, Cádiz B, Antoniano y Puerto Real- y nunca se le detectó nada anormal. "Puede ser algo congénito que no da la cara hasta que sucede".
"Mi consejo -señala el técnico para concluir- es que de momento se olvide del fútbol. Es un gran chaval, tiene 30 años y la vida le ha dado una segunda oportunidad".