El desarrollo económico en los países del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo Pérsico (CCEAG) -Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos- está explotando. Nuevos caminos, oficinas, condominios, galerías comerciales y escuelas se están construyendo todos los días, alimentados por el petrodinero, las inversiones extranjeras estratégicas y líderes que quieren poner la región indeleblemente en el mapa. La élite gobernante, ansiosa de aprovechar los recursos de todos los ciudadanos, está alentando a las mujeres a asumir roles de liderazgo, como empresarias, directoras de firmas financieras, maestras, intelectuales y escritoras.
De hecho, mientras la crisis financiera global devasta economías en todo el mundo, los gobiernos de la CCEAG están dedicando recursos significativos al crecimiento económico, incluyendo la capacitación de las mujeres y el apoyo de su aparición en los negocios. Esto marca un importante cambio en la región. Históricamente, relativamente pocas mujeres en los países árabes trabajaban fuera de su hogar. Pero en las últimas décadas, el deseo de desarrollo económico condujo a cambios profundos en la participación de las mujeres en la fuerza laboral, especialmente en países con visión de futuro como Qatar.
Sheikha Hanadi Al-Thani, miembro de la familia gobernante de Qatar e importante empresaria, señala: "En muchas formas, el Golfo ofrece más oportunidades para las mujeres. Es una economía que está creciendo rápidamente, y con el crecimiento vienen oportunidades que de otra manera no existirían... Una ventaja en la región es que no hay techos de cristal, porque la gente es un recurso escaso" (1).
Alguna vez desalentadas de tener educación superior, asumir roles públicos visibles e interactuar con los hombres de igual a igual, las mujeres están empezando a enfrentar menos restricciones y están usando los espacios abiertos por los recientes cambios económicos para asumir nuevos roles. Si bien esto llevó a algunas transformaciones sociales, las mujeres árabes todavía están equilibrando su avance individual y el servicio para su país con las expectativas culturales; este acto de balanceo es una habilidad que practican desde hace mucho y que siguen abrazando.
Lo individual y el todo
Mientras en Occidente las mujeres luchan con el equilibrio entre el trabajo y la satisfacción de sus necesidades personales, sus metas profesiones y las expectativas sociales, las empresarias árabes en el Golfo tienen una perspectiva diferente sobre su rol en la familia y la sociedad.
La antropóloga psicológica Suad Joseph, que pasó años estudiando las identidades de las mujeres en el mundo árabe, cree que las mujeres en la región simultáneamente pueden tener una comprensión de ellas mismas como individuos y como parte intrínseca de un todo colectivo. (En comparación, en Occidente, en las naciones industrializadas el logro personal se valora por encima de la identidad grupal (2).
Desde una perspectiva árabe, el empoderamiento debe incluir lazos profundos con la familia, la comunidad y el país, así como también satisfacción y logro personal; de lo contrario, no es empoderamiento.
A diferencia de muchas suposiciones occidentales, en el Golfo se alienta a las mujeres a estudiar, a trabajar fuera de su casa, a casarse con alguien que comparte sus metas personales y profesionales, a buscar mentores y oportunidades de liderazgo, y a contribuir con la riqueza de su país, a través de roles tradicionales de madres y esposas y también como empresarias, líderes financieras y maestras. De hecho, muchas empresas árabes son firmas familiares, algo que ayuda a las mujeres a mezclar lo profesional y lo personal con menos conflicto.
Asuntos familiares
La profesora Amal Mohammed Al-Malki, que enseña en el campus de Qatar de la Universidad Carnegie Mellon, explica que las mujeres negocian cuidadosamente su poder y autoridad con antiguos constructos de la familia. Por ejemplo, "las mujeres en los negocios suelen referirse a los hombres en su vida, sea su padre o su marido, con gratitud. Es crucial para una mujer tener tal aceptación, porque nuestras sociedades todavía están dominadas por los hombres, y a la cabeza de la familia todavía hay un hombre" (3).
Sin embargo, el nuevo poder económico de las mujeres también está cambiando los roles de género y las relaciones en el hogar. En algunos casos, estos cambios están causando que se sacudan algunas cabezas, que se alcen algunas cejas y que aparezcan algunas desavenencias. Al-Malki, por ejemplo, observó resistencia de los hombres en respuesta al éxito de las mujeres. Esto, a su vez, está disparando una necesidad de políticas de estado que reflejen nuevos entendimientos y protejan los derechos de las mujeres.
Líderes árabes como la primera dama de Qatar Sheikha Mozah Bint Nasser Al-Misned comprenden esto. Con el foco en un desarrollo económico y social a largo plazo, ella y otras personas en posiciones de autoridad están creando organizaciones como el Foro de Mujeres de Negocios de Qatar y elaborando políticas para allanar el camino hacia una aceptación social más difundida de la igualdad de las mujeres.
La profesora Al-Maki también señala que los cambios deben realizarse en el contexto del Islam, que circunscribe las relaciones sociales. Quienes abogan por los derechos de las mujeres en la región suelen señalar el ejemplo de Khadija, la esposa del profeta Mahoma, que era en una empresaria exitosa por derecho propio pero igual apoyaba a su marido. Todavía, dice, las sociedades y los gobiernos árabes deben aprender a equilibrar formas de recompensar a las mujeres por trabajar fuera de su casa y de afirmar, al mismo tiempo, su rol dentro del hogar.
Las mujeres árabes están levantando su región y a ellas mismas
La afinidad que una mujer siente hacia su país es particularmente interesante en la región del Golfo. Debido al petróleo, muchas familias son muy ricas. Como resultado, la mayoría de las mujeres trabaja no por necesidad, sino porque quieren contribuir al desarrollo nacional y económico, y a la reputación de su región en el mundo.
La participación empresaria de las mujeres se ve ahora como una solución para muchas cosas: aumentar la independencia financiera de las mujeres, contribuir al crecimiento y el desarrollo de la CCEAG, crear empleo y cambiar la imagen que hay en Occidente del mundo árabe. Siempre y cuando las familias y los gobiernos de la CCEAG puedan ajustarse a los cambios sociales resultantes, la movilidad ascendente de las empresarias árabes probablemente seguirá creciendo sin inconvenientes. Su trabajo es un ejemplo importante para otras partes del mundo: por los negocios, el desarrollo económico, la construcción de la nación y el empoderamiento de las mujeres.
Fuente: International Museum of Women
REFERENCIAS:
1. MEED, Interview with Sheikha Hanadi Nasser bin Khaled al-Thani,” (January 2008): p. 18-24.
2. Suad Joseph, Intimate Selving in Arab Families, Syracuse University Press (1999).
3. E-mail Communication with Amal Mohammed Al-Malki (August 13, 2009).