El Gorg del Salt en el Barranco de la Encantada (Planes, Alicante)

Por Ninosenmochila @ninosenmochila
El pasado domingo decidimos ir junto a nuestra amiga N. y su familia a pasar el día en el Barranc de l'Encantà (o Barranco de la Encantada). Concretamente nos acercaríamos hasta el Gorg del Salt, el lugar más emblemático del barranco. Se trata una cascada que cae a una poza en la que está permitido el baño. Habíamos visto unas fotografías por internet de este precioso lugar con encanto y nos gustó mucho.
La verdad es que llevo varias semanas buscando alternativas a la playa. Que sí, que ya se que la tengo muy a mano, que la gente se desplaza cientos de kilómetros para disfrutar de ella pero supongo que precisamente por eso mismo a veces me apetece tirar para el monte y descubrir pequeños paraísos cerca de casa. Y si pueden bañarse en ellos ahora que el calor aprieta pues mucho mejor.
"El Barranc de l'Encantà nace en las proximidades de Beniaia, en la Vall d’Alcalà, discurre por el término de Planes, atravesando una serie de gargantas excavadas en las formaciones calizas de la Sierra de Cantacuc y desfilando hacia Beniarrés enclavado entre las sierras de l’Albureca y del Cantalar en busca del río Serpis, al que tributa sus aguas. En total, l’Encantà recorre más de 8 kilómetros de un barranco agreste, formando un conjunto de gran belleza paisajística y contrastado valor faunístico y botánico.

Debe su nombre a una leyenda posterior a la Reconquista que el erudito botánico Antonio Cavanilles recoge en su obra Observaciones: “barranco que la credulidad llamó de la Encantada por la piedra circular de unos cinco pies de diámetro, que en forma de ventana cerrada se ve en la garganta del barranco a 20 pies sobre el nivel ordinario de las aguas. En esta fingió el vulgo la boca de cierta mina donde los Moros escondieron sus tesoros y dexáron encantada una doncella, que cada cien años sale para volver á entrar en el mismo día.”

Vía: www.beniarres.org"


Busqué información en varias webs, hablé con mis cuñados para que me indicaran bien el camino ya que ellos ya habían estado allí, busqué el emplazamiento concreto en google maps, preparé un picnic para comer, la nevera repleta de bebidas frías, cogimos las sillas y la mesa, toallas, ropa para los peques, manguitos...  A las nueve y media de la mañana estaba todo cargado en el coche, incluidos nosotros. Preparados para pasar un día genial.
La carretera que lleva a la poza no sale en los mapas ya que es una pista forestal. Al menos no en el mapa de google maps pero sí podemos verla en google earth

Para llegar desde Alicante tenemos que coger la A-7 que pasa por Alcoy. Una vez pasamos Cocentaina (justo después de Alcoy) cogemos la salida 62 en dirección Muro de Alcoy - Benimarfull. La carretera que cogemos es la CV-700 que pasa cruzando Benimarfull. No hay que dejar esta carretera en ningún momento  Llegamos a Planes. Cruzamos la localidad sin dejar la misma carretera. Al llegar al final del pueblo nos encontramos una rotonda. Hay que coger la segunda salida. Es la que sigue recto por la misma CV-700. Al salir de la rotonda tenemos que dejar una pequeña gasolinera a nuestra derecha. Ya estamos muy cerca de nuestro destino. 

Poco después está el desvío

Hay que coger un desvío a nuestra izquierda así que los cruces que salgan hacia la derecha los ignoraremos (solo hay un par). Un poco más adelante de la gasolinera vemos un desvío a la izquierda con un cartel que indica Pantano de Beniarrés. Este desvío no es. Seguimos por la misma carretera y encontramos otro desvío  justo después de una curva que asciende. Este lleva al área recreativa de la Ermita del Cristo así que tampoco hay que cogerlo. Aquí hay que aminorar mucho la marcha porque el siguiente desvío, el que debemos coger, está muy cerca. Pasaremos un cartel que nos indica que a la izquierda está el "Paratje natural del Barranc de l'Encantada". Una vez pasamos este cartel enseguida está el desvío. Cómo vayamos rápido nos lo pasamos.

Este es la imagen del desvío que tenemos que coger


La carretera, que va descendiendo, pronto se convierte en una pista forestal bastante estrecha que discurre paralela al río. Id despacito porque si os encontráis un coche de frente... La verdad es que no caben dos coches pero nosotros tuvimos la suerte de no encontrar ninguno. Hay que seguir la pista hasta que veamos unos contenedores verdes junto a una enooorme roca en el margen derecho de la pista forestal. En ese punto debemos dejar los coches si no está lleno. En esta zona la pista forestal es más ancha y permite que podamos aparcar en un lado sin obstruir el paso.

Las escaleras que bajan a la poza


Nosotros llegamos sobre las doce y ya había un montón de coches. (Espero haberos explicado bien cómo encontrarlos que yo me pongo a hablar, me enrollo y luego no aclaro nada).
Consejo: Mucho ojo con el margen derecho cuando bajemos o subamos al coche. Tenemos que aparcar muy cerca del borde de la sima y la zona tiene una gravilla muy fina que resbala. La caída al fondo del barranco podría tener consecuencias desastrosas. Por el mismo motivo tened mucho cuidado con los peques ya que todos conocemos la afición de asomarse a ver que hay. Un resbalón y podrían hacerse mucho daño.

¿No os parece precioso?


Justo detrás de la gran piedra comienzan unas escaleras que nos llevan al fondo del barranco donde está la poza. Son muchos escalones ya que la altura es considerable pero bueno cómo se trata de bajarlos una vez y subirlos otra...
Consejo: No cargeis muchas cosas o al menos que no sean muy pesadas porque bajarlas cuesta bastante pero subirlas... Nosotros decidimos dejar las mesas plegables grandes que llevábamos en el coche. Nos apañamos con una mesa de playa pequeña y un poyete de piedra que había para colocar todos los tuppers tipo buffet. Cada uno se cogía su plato y comía con el plato encima. Comimos la mar de bien así. Éramos once así que había de comida... Eso sí, las sillas de playa sí las bajamos, pero esas no pesan tanto.

Las montañas del barranco se ven altísimas


La poza no es muy grande y la zona de fuera donde plantar la mesa menos aún pero sí lo suficiente para todas las personas que estábamos allí. Había gente que había ido solo a pasar un ratito dándose un baño y otros que pensaban comer allí y echar el día como nosotros.
Lamentablemente hemos pasado el invierno y la primavera más secos de los últimos cuarenta años y claro, más que una cascada lo que nos encontramos fue un chorrillo de agua que caía desde otra poza más pequeña que hay en la parte alta. También se puede acceder a ella y bañarse. Había chavales allí que incluso saltaban desde lo alto de la cascada hasta la poza de abajo. A mi me da mucho miedito. S y A llegaron a subir a la poza alta y bañarse allí pero no se tiraron. Nos saludaban desde lo alto. He de confesar que en otro momento me habría subido con ellas, me quedé con las ganas. Pero...

¿Veis que poca agua cae? ¿Y a los chic@s listos para saltar?


Generalmente el agua de los ríos suele estar más fresca que la de nuestras playas mediterraneas, sobretodo en verano, y esta no era ninguna excepción. Al entrar se notaba heladita pero poco a poco el cuerpo se habitúa y un ratito después puedes lanzarte a nadar sin problemas.
Consejo: Tenéis que llevar sandalias para el agua atadas. El suelo es rocoso y muy resbaladizo así que caminar por allí descalzo es una temeridad, sobretodo para los peques. Unas cangrejeras o unas zapatillas de neopreno con suela plástica y podéis andar por el agua tranquilos.

Había bastante gente pasando el día.


El agua está muy limpia, a pesar del tono verde que tiene y de que no se vea el fondo. Su color se debe, imagino, a que las rocas del fondo están llenas de moho y pequeñas plantas acuáticas. Bajo las piedras hay lodo lo que enturbia el agua cuando caminas y las mueves. Además el agua refleja el verde de la vegetación que rodean todo el entorno.
Al entrar se hace pié. Los niños pueden estar jugando tranquilamente aunque siempre vigilados. Sobre todo si no saben nadar. Tened en cuenta que es una poza y aunque hagas pie de repente puedes dejar de hacerlo. Y lo digo por propia experiencia. A Carla la teníamos todo el rato de la mano, aunque llevara los manguitos. En un rato que no los llevaba se puso muy pesada porque quería ir con su papá que estaba en una barquita al fondo y se soltaba de la mano. La dejé que caminara sola mientras yo estaba junto a ella y en un momentito... PLOF su cabeza estaba un palmo bajo el agua. La cogí del brazo y la levanté. Ni siquiera tragó agua pero el chapuzón le sirvió de escarmiento. Se asustó y vio que no era un sitio por el que podía estar sola a sus casi 3 años. Simplemente se resbaló y no conseguía poner el pié.

Podéis ver las piedras bajo el agua ¿no? Imprescindible calzado de agua


Consejo: Si los peques no saben nadar bien mejor que les pongáis unos manguitos o un flotador. Si resbalan o si pisan en un sitio donde de repente no hacen pié lo agradeceréis. Y no dejéis de vigilarlos en ningún momento.
Toda la zona de fuera del agua está bastante sombría por lo que se está muy bien en pleno verano. Las paredes del barranco proporcionan bastante sombra. Pero a partir de las cinco y media de la tarde más o menos eso cambia. La posición del sol hace desaparecer la sombra y empieza a pegar un cicharrete... Eso sí en ese momento el agua está mucho más calentita.

En general está todo bastante bien aunque siempre hay gente descuidada y/o poco cívica que deja basura en el agua o montones de colillas por el suelo. No cuesta nada poner toda la basura en una bolsa y tirarla en los contenedores que hay junto a los coches y si fumas puedes llevarte un pequeño cenicero o usar una lata que te hayas bebido. De este modo todo estará más limpio y los niños que están allí no acabarán jugando con las colillas. Y peor aún, una colilla mal apagada puede provocar un incendio y destruir estos preciosos rincones naturales que tenemos. Por desgracia todos hemos visto algunos ejemplos este verano.

Otra cosa a tener en cuenta es que no hay baño, así que ya sabemos lo que toca. Está claro que hay que hacer uso de la naturaleza pero ese uso también debería ser lo más limpio posible. Este sitio es pequeño, como ya os he dicho, así que en cuanto nos alejamos un poco, pero poco, tras el primer matorral ya nos encontramos con montones y montones de clinex, servilletas, y otras cosas para la higiene íntima tirados por los suelos. Reitero lo dicho. No cuesta nada coger una bolsita y tirar el clinex o lo que corresponda dentro. Nadie deja los papeles tirados por el baño de su casa y nuestro planeta es la casa de todos. Respetemos nuestro entorno y enseñemos a nuestros hijos a hacerlo.

Después del sermoncillo por si a alguien le sirve no me queda más que deciros que lo pasamos genial. Los peques no querían salir del agua y a la hora de volver a casa todo eran protestas. Les encantó el sitio. Nos bañamos, comimos, charlamos, nos reímos y disfrutamos de un día fantástico.
Si queréis ver más fotos os las he dejado aquí.