Revista Cultura y Ocio

El grado masónico de Rosacruz y el cristianismo (1)

Por Vguerra
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Algunos cuerpos masónicos frente a uno de los grados míticos de la alta masonería  como es el Soberano Príncipe Rosacruz ,que fue el «nec plus ultra» se remueven inquietos, y por tanto tratan de diluir o evitar su ejecución destacando  otras presencias, tal  como  sucede en el Rito Francés,  donde por el ejemplo el GCG-GODF pone énfasis en su  Régulateur du III millénaire de Rite Français,  para evitar las lecturas esotéricas cristianizantes o gnósticas,  dentro del 4º Orden  de Sabiduría,  enunciando por  ejemplo el grado de Perfecto Masón Libre de  Heredon de Kilwinning, o el del Gran Comendador del Templo.
Sin embargo hay otros ritos como el REAA, que no presenta tantos prejuicios ante un grado tanto polémico y poliédrico, y tan antiguos en el sistema de los Altos Grados como es el grado de Caballero Rosacruz, que vuelve a estar en boga y encima de la mesa del debate, pues son varios y variados los libros que se han dedicado a escudriñar en el interior de este grado y su significancia mistico-religiosa.
Para ayudarnos en esta tarea hemos traducido este trabajo de unos de los más serios y destacados  estudiosos del Rito Escoces Antiguo y Aceptado, como es  Pierre Mollier, el cual desde su alta atalaya como Hermano practicante del REAA, y como bibliotecario del Gran Oriente de Francia (GOdF) nos puede ayudar en esta tarea de comprender  esa atracción y a la vez esa repulsa de algunos cuerpos masónicos por dicho grado.
Les dejo con este trabajo de Pierre Mollier  que dividiré en dos partes, la segunda parte se publicará como a los 10 o 15 días de esta publicación.
  Víctor Guerra
Las complejas relaciones entre religión y francmasonería durante la Ilustración. Tomando forma a partir de 1717, la moderna francmasonería especulativa originalmente practicaba los dos grados heredados de la masonería operativa: «Aprendiz Ingresado» y «Compañero de Oficio» agregándose a partir de 1730 el grado denominado de «Maestro». Entre esa fecha y los 1760s los francmasones descubrieron y practicaron los otros grados”, que tenían por costumbre llamarles de un modo que es inexacto en sentido literal pero ahora establecido, como altos grados o grados escoceses”. Esos otros,  dichos grados fueron el medio por el cual la francmasonería incorporó partes del corpus simbólico occidental y llegando a constituir una de las formas privilegiadas de expresión de las corrientes esotéricas e iluministas del siglo de las Luces. En la segunda parte del siglo 18, el grado de Caballero Rosacruz llegó a ser uno de los más apreciados y practicados dentro de los llamaos grados superiores. El  ritual masónico del Caballero Rosacruz, plantea interesantes cuestiones para el historiador de las ideas acerca de las complejas relaciones entre francmasonería y religión. I. Un grado masónico cristiano en el siglo de las Luces. Si se da crédito a la transcripción de un documento no datado de Gustave Bord- aunque ahora parece estar extraviada- el primer testimonio de la existencia del grado de Caballero Rosacruz (Chevalier Rose-Croix) nos lleva al año 1757 y dicha aparición  tuvo lugar en Francia. Existe un diploma masónico expedido al Brother (hermano) Targe por la logia Enfants de la Sagesse et Concorde (Hijos de la Sabiduría y Concordia) fechado en abril 9 de 1757. Uno de los firmantes, Brother Itéguiemme, agrega a su firma estos atributos masónicos:” ex -maître , substitut A.S.P. Chev. De l´Orient et de Rose-Croix” (ex -maestro, sustituto A.S.P. y Caballero de Oriente y de la Rosacruz).(1) La segunda evidencia más antigua de la existencia de este grado es la famosa carta que los masones de Metz (Francia) escribieron a los de Lyon (Francia) en junio de 1761. El objeto de este valioso mensaje fue el de intercambiar información entre dignatarios de la Orden acerca de los grados practicados en esas dos ciudades. EN dichos documentos se encuentra que el último de los 25 grados de los hermanos de Lyon era el de “Chevalier de l´Áigle, du Pelican, Cher. de St. André ou Maçon de Heredon “( Caballero del Águila, del Pelícano, Caballero de San Andrés o Mason de Heredon),(2) otro nombre clásico para el Caballero Rosacruz. Hay que hacer notar que los masones de Metz no conocían nada acerca de tal grado. Los rituales masónicos del siglo 18 con fecha, son extremadamente raros. Por casualidad, para el grado de Rosacruz disponemos de dos manuscritos con fechas de 1763 a 1765, de las cuales no  hay  razón para ponerlas en duda, y ambos  rituales son muy  similares, así como lo es el juego de rituales Rosacruz que pueden atribuirse a los años 1760-1770. Leyendo estos textos, la naturaleza profundamente cristiana del grado es aparentemente clara. La ceremonia del Soberano Capítulo Rosacruz,  se desarrollada sucesivamente en varios lugares simbólicos: -El primer recinto representa el Calvario, debe estar recubierto de negro y alumbrado con 33 estrellas.(3) -El segundo representa la tumba y el instante de la resurrección de J.C. Debe decorarse tan pomposamente como se pueda. Las paredes deben estar recubiertas pero sin figuras humanas ( …) sobre el altar, que debe estar  bien decorado, Jesús C. debe ser representado saliendo triunfante de la tumba. (4): A continuación se abre el Capítulo, -en el instante cuando el velo del Templo se ha desgarrado, cuando las Tinieblas y la consternación se esparcen sobre la tierra, cuando la luz se va apagando, cuando las herramientas de la masonería se rompen, cuando la estrella ardiente ha desaparecido, cuando la piedra cúbica suda sangre y agua y cuando la palabra se ha perdido.
“ entonces el Sabio Maestro ( título del presidente del Capítulo ) realiza la siguiente invitación: “Al candidato al grado de Rosacruz no se le ofrecerán nuevos secretos maravillosos. Sencillamente se le invita a tomar parte en los esfuerzos de los desanimados caballeros cuyos últimos grupos buscan a través de una nueva ley, redescubrir esa palabra que restablecerá el orden y la armonía en el mundo.” Primeramente, el candidato es invitado a viajar, simbólicamente por 33 años. Durante esa peregrinación irá descubriendo tres virtudes: Fe, Esperanza y Caridad que se le son presentados como los nuevos fundamentos de la Orden; y se le invita a “conocer las bellezas de esta nueva ley”.
Con la serenidad recobrada ante esos primeros y alentadores descubrimientos, el candidato es animado a proseguir su búsqueda. Se le deja “ en el sitio más oscuro donde la Palabra debe emerger triunfante. Y (así) el fruto de su búsqueda asegura la Palabra Perdida ( para él).
Se revela que la palabra es” I.N.R.I. o Jesús de Nazareth Rey de los Judíos”,(9) La palabra de pase es Emmanuel”.(10). Cuando la recepción llega a su fin, los trabajos del Capítulo son clausurados “ es el instante en que la Palabra es redescubierta, la piedra cúbica es cambiada por una mística rosa, cuando la estrella ardiente reaparece con mas esplendor, cuando nuestras herramientas han recobrado su forma, cuando la luz ha retornado con enorme irradiación, cuando las tinieblas han sido dispersadas y cuando la nueva ley reina entre nosotros y en las labores de la perfecta masonería”(11)
Después se realiza un ágape que denominan  Cena de Comunión. Alrededor de una mesa cubierta con un mantel blanco, los hermanos comparten el pan y el vino; En ocasiones además, un cordero asado cuyas sobras deben ser quemadas. No debe haber nada que pueda romperse, excepto un pan, y los hermanos beben vino todos de la misma copa y para que no queden dudas acerca de la naturaleza de esta ceremonia, el ritual especifica que se hace en conmemoración de la Pascua y de la aparición de J.C. a sus discípulos en Emaús (13). El conjunto de ceremonias y mecanismo ritual del grado de Soberano Príncipe Rosacruz se practican para “ realizar alegóricamente aquello que tuvo lugar a la muerte y resurrección de J.C.”(14) “Así, el perfecto Masón es la alegoría del redentor; y por esto es que se exige que todas las personas sean cristianas. Los otros ( grados) pueden darse a la gente que conoció el antiguo Templo; pero el último solo puede darse a ( aquellos) que se sujeten a la nueva ley (…) (15).La fiesta principal es el Jueves Santo.”
No será una sorpresa saber que el ritual Rosacruz del Marqués de Gages especifique que “ él toma el título de “Caballero Cristiano”(16) El carácter profundamente cristiano del Rosacruz es de lo más importante porque el grado está presentado como el último de la Orden, la culminación, el Nec plus Ultra de la Masonería y ese era el caso de Lyon en 1761. Esto es lo que surge tanto del manuscrito del Marqués de Gages de 1763 como de algunas cartas de 1766 del Conde de Clermont, donde firma “Vuestro hermano Clermont, Rosacruz Perfecto Masón”.(17). El Gran Maestro de los masones franceses muestra ante todo su gran interés por el grado eminente. Congratula al Primer Vigilante de la logia del Marqués de Gages, su corresponsal, quien: “ humilló a un visitante muy respetable de la Logia de la Casa del Rey, por todos los grados que poseía y este le rechazó el título de Rosacruz”.
La naturaleza cristiana del grado de Rosacruz fue enfatizada desde el siglo 18. Así en 1766, en su libro “ L´Etoile flamboyante” ( la estrella ardiente), el Baron de Tschoudy escribe: hablando con propiedad, la Rosacruz o la Masonería de Heredon, considerando todas las cosas, es nada más que una masonería renovada o catolicismo puesto en todos los grados”.(18) Tschoudy vuelve sobre este punto en varios detalles adicionales a las instrucciones secretas que compuso para los Maestros Escoceses de San Andrés de Escocia: “La Rosacruz, en otras palabras, Masonería renovada, no es otra que la Religión Católica puesta en grados. En ese sentido es mas augusta en que representa objetos que son más reales, más sagrados, mas preciosos; y combinando en uno y el mismo grupo a los misterios consoladores de la Fe y los axiomas necesarios para la salvación, parece consagrar la era de aquellos tiempos de gracia cuando nuestros ancestros, hijos o sobrinos de los primeros masones, obreros del primer templo, abrieron sus ojos a la verdad y renunciaron al prestigio de la antigua ley para seguir los ritos de la nueva, abrazando el Cristianismo durante la primera cruzada”.(19).A principios de los 1780s, el Gran Oriente de Francia encomendó a una  Cámara de Grados” la tarea de estudiar los altos grados. El 20 de agosto de 1782, los hermanos examinaron el grado de Caballero Rosacruz: “El R. Hermano De Junquières dio lectura al grado titulado Chevalier de l´Aigle-Rose Croix, y esta Cámara juzgando que el grado contenía muchas ceremonias semejantes a las eclesiásticas, consideró que no debían ser preservadas por lo que en consecuencia fue rechazado(20). En el tercio final del siglo 18, la Rosacruz finalmente llegó a aceptarse como grado terminal de la masonería. Después de muchas vacilaciones, el equipo constituyente del Gran Capítulo General de Francia, lo declaró culminación de los cuatro Ordenes y el acompañamiento de la mayoría de los capítulos al sistema adoptado por el Gran Oriente pudo haber contribuido a reforzar esa posición eminente del Rosacruz. Durante la Ilustración, la naturaleza cristiana de la Rosacruz pareció admitida universalmente. Pero ¿de qué cristianismo se trataba?  ¿Cómo determinamos, en el vasto continente de la tradición judeo -cristiana, la corriente en la que este grado masónico tiene sus raíces? NOTAS:
  • 1. Gustave Bord, La Franc-Maçonnerie en France des origines à 1815, Paris, 1908, reprint Slatkine, Geneva-Paris, 1985, p. 538.
  • 2. Transcripto de: Steel-Maret, Archives Secrètes de la Franc-Maçonnerie, reprint Slatkine, Geneva-Paris, 1985, 72-78.
  • 3 .Document : un rituel du degré de Rose-Croix daté de 1765, en Renaissance Traditionnelle, año 1971 (n°5, 6 et 7) 73. Esto es una transcripción del Manuscrito MS 23191, preservado en los archivos de la The Historical Library [Biblioteca Histórica] de París..
  • 4.Transcripc. cit. , R.T. 1971, 75-76.
  • 5.Transcripc. cit. , R.T. 1971, 156.
  • 6.Transcripc. cit. , R.T. 1971, 158.
  • 7.Transcripc. cit. , R.T. 1971, 159.
  • 8.Transcripc. cit. , R.T. 1971, 162.
  • 9.Transcripc. cit. , R.T. 1971, 164.
  • 10.Transcripc. cit. , R.T. 1971, 165.
  • 11.Transcripc. cit. , R.T. 1971, 240.
  • 12.Transcripc. cit. , R.T. 1971, 247.
  • 13.Transcripc. cit. , R.T. 1971, 241.
  • 14.Transcripc. cit. , R.T. 1971, 75.
  • 15.Transcripc. cit. , R.T. 1971, 68.
  • 16.BN FM4 79, f°101 verso.
  • 17 F. Clément, Contribution à l’Etude des Hauts-Degrees de la Francs-Maçonnerie et particulièrement à l’Histoire du Rite Ecossais Ancien et Accepté en Belgique, Edition du Sup. Cons. de Belgique, Brussels, 1937. Chap. III, cartas del G.M. Clermont, 34-42
  • 18. Théodore de Tschoudy], L'Etoile Flamboyante ou la société des Francs-Maçons considérée sous tous les aspects, à l'Orient, Chez le silence [1766], 149.
Título original:   The Masonic Degree of Rose-Croix and Christianity: The Complex Links between Religion and Freemasonry during the Enlightenment.  Publicado en Ritual, Secrecy, and Civil Society Volume 1, Issue2• Winter 2013. Pierre Mollier La segunda parte se publicará dentro de 10 a 15 dias tras la publicación de esta primera parte

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