El gran arquitecto del universo

Por Vguerra

El Gran Arquitecto del Universo, expresado a menudo con el acrónimo GADU, es una figura simbólica en torno a cuya interpretación e importancia existen históricas disidencias. Es, en todo caso, un símbolo tradicional en la masonería cuyo contenido, enfoque y relevancia varía según la corriente masónica de que se trate y que, teniendo la virtud como todos los demás símbolos de la masonería de ser interpretada libremente, se ha convertido en un gran problema desde el momento en que algunas de sus interpretaciones se han vuelto dogmáticas. Las dos masoneríasPara la masonería teísta, el GADU representa al Ser Supremo, un principio masónico que en esta corriente se considera esencial, por lo que la creencia en él y su invocación en la práctica del rito es imprescindible.En efecto, para algunos, el GADU, y más concretamente su interpretación del mismo, sería la esencia misma que daría sentido (y regularidad) al trabajo y la existencia de la masonería.   Para la masonería liberal o adogmática, exigir el principio de creencia en un Ser Supremo supone establecer un límite a libertad de conciencia de sus miembros, que se contradice con los principios masónicos, por lo que ni la creencia en el GADU ni su invocación deberían establecerse como norma.DeterminismoEl concepto de un Arquitecto cuyos planos están trazados supone un cierto determinismo, todavía aceptable desde el punto de vista tanto de las creencias tanto metafísicas como materialistas, puesto que es ampliamente aceptado que Dios, pero también las leyes naturales, determinan en alguna medida la vida humana. Pero…Problemas:  el GADU , para los masones, ¿ es igual a Dios? El marco de interpretación empieza a estrecharse desde el momento en que dicha figura, más que un símbolo de explicación, comienza a tornarse en una figura de adoración: adora al Gran Arquitecto del Universo” o glorificación: “A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo“. Muchos francmasones consideran que el GADU es a igual a Dios, el creador que determina a su voluntad los planos de la existencia. a.   Masones TeístasDesde posiciones teístas, comienza a atribuirse a este Gran Arquitecto, potencias propias del dios de las religiones monoteístas; así se expresa en algunos ritos  “si es así que el Gran Arquitecto te lo premie y si no que te lo demande”,  ¨..cuya verdad nos ha sido revelada mediante el Libro de la Ley “Sagrada”.  Bajo esta concepción, el GADU no es otra cosa que Dios mismo, el verdadero y único Dios que habló a Noé, cualquiera que sea el nombre que le dan las distintas confesiones, Jesús, Jehová o Alá. Se trata aquí de una tolerancia fenoménica, pero siempre dentro del marco del teísmo.  b.  Masones Deístas, y la filosofía de  EspinozaPara muchos masones el término Gran Arquitecto del Universo alude al uso del simbolismo arquitectónico en la Masonería implicando un sentido deísta. La misión de un arquitecto es el diseño y, en todo caso, la supervisión de la construcción, pero no su mantenimiento posterior. Este concepto deísta proporciona una base para la ciencia moderna y justifica el fundamento racionalista de la Masonería.Sin embargo, un Dios como el de Espinoza, y con él el de todos los deístas, excluye conceptos como la valoración que pueda hacer el hombre de sus planos (leyes) desde una perspectiva moral; no existe el bien o el mal; nada existe fuera de Dios, este es a la vez trascendente e inmanente. Y, por supuesto, excluye el concepto de revelación. Este concepto de Dios, como sustancia (la única sustancia existente), se aproxima mucho más a la concepción de un positivista ateo que a la de un místico. Puesto que los materialistas, estudiando la materia, no harían otra cosa que estar conociendo a Dios. Este Dios de Espinoza, no requiere culto ni adoración, puesto que no puede ser entendido como sujeto de propiedades que pertenecen exclusivamente a las creaturas, y que sin embargo la tradición masónica teísta ingenuamente les asigna, tales como juzgar, desear, etc. El Dios de Espinoza existe de una manera tan neutra, indiferente y ajena a la valoración de los hombres, que es sencillamente absurdo desde esta concepción exigir la creencia en él, o dedicar a su Gloria, como lo exige la masonería dogmática, los trabajos masónicos. Sencillamente cualquier trabajo, social, político, científico, estaría dentro de Dios, porque no existe ningún mundo fuera de la sustancia de Dios. Tampoco, desde la perspectiva Deísta, existe algo que pueda identificarse con una voluntad divina (como lo serían los planos trazados por un Gran Arquitecto).  En Espinoza, el concepto tradicional de Creación resulta completamente vaciado y acaba por abandonarse. Espinoza es panteísta.Los masones, como individuos, son en todo caso libres de dar al símbolo del GADU el contenido que mejor se ajuste a sus creencias. Como todos los símbolos, proporciona un marco, pero su interpretación concreta corresponde a cada cual. Hay por ello masones que, prescindiendo de cualquier enfoque trascendente, identifican al GADU con la sublimación del ideal masónico o que lo interpretan desde una perspectiva panteísta o naturalista.

Extraído de ¨La masonería explicada¨. http://lacantera.es/masoneria/