Relatan los ancianos del lugar que en la ciudad de Kaukabán, en el Yamán había un beduino de la tribu de Lhosdeallá, llamado Anull-Hossain, quién ya hacía largo años que abandonó la vida de los beduinos y se había convertido en un ciudadano distinguido y en un mercader destacado entre los mercaderes más opulentos. Se casó por primera vez en la época de su juventud; pero Alá llamó a su esposa a Su Misericordia al cabo de un año de matrimonio. Los amigos de viudo no dejaban de apremiarle con respecto a un nuevo matrimonio, repitiéndole las palabras del poeta: "Levántate compañero y no dejes trascurrir en balde la estación de la primavera¡" Cásate, cásate, cásate fue una letanía que Anull-Hossin escuchaba a diario y que no pudo resistir, por lo cual se decidió a entablar negociaciones con las damas viejas componedoras de matrimonios y acabó por casarse con una joven tan hermosa cual la luna cuando brilla sobre el mar. Con motivo de sus nupcias dio grandes festines a los que invitó a todos sus amigos y conocidos a los cuales hizo servir majares de toda especie, donde no faltó nada de lo más exquisito que se servía en las grandes y opulentas mesas de la época.
Y todo el mundo comió, bebió y disfrutó de júbilo de alegría y de contento. Y se paseó y se exhibió a la esposa, ostentosamente siete veces seguidas vestida cada vez con un traje distinto y más hermoso que el anterior. E incluso por octava vez la pasearon en medio de la concurrencia, para deleite de aquellos invitados que no había podido recrear sus ojos en ella lo suficiente, luego de lo cual las damas de edad la introdujeron en la cámara nupcial y la acostaron en un lecho alto como un trono, y la prepararon en todo sentido para la entrada del esposo. Annul-Hossain penetró lentamente y con dignidad en el aposento de su jóven esposa , y sentóse un instante en el diván para probarse a sí mismo y mostrar a su esposa y a las damas del cortejo, cuán lleno estaba de tacto y de mesura a pesar que su entrepierna comenzaba a enviar señales de impaciencia que notábanse visibles.
Dispuesto a apurar el trámite se levantó con cortesía para despedirse de las damas de compañía y acercarse al lecho donde le esperaba su bella esposa, cuando he aquí, !oh calamidad¡, que de su vientre, que estaba atiborrado de viandas, dulces y saladas, carnes, hortalizas y bebidas, escapó un cuesco ruidoso hasta el límite del ruido, terrible y prolongado. ! Alejado sea el maligno ¡
Al oír aquel ruido las damas se pusieron a hablar en voz alta fingiendo no haber escuchado nada, y también la desposada que en lugar de reírse o de burlarse comenzó a hacer sonar sus brazaletes. Pero Anull-Hossain, confuso hasta el límite de la confusión, pretextó una necesidad urgente y con vergüenza en el rostro y en el corazón, bajó al patio, ensilló su yegua, saltó al lomo del animal y abandonando su casa , la boda y a su desposada, huyó protegido por las tinieblas de la noche. Y salió de la ciudad, se adentró en el desierto y de suerte llegó hasta el mar, y de allí a un puerto donde vio un navío que partía para la India y se embarcó en él y llegó a la costa de Malabar.
Allí hizo amistades que le presentaron al rey, y el rey le dio luego un cargo de confianza y le nombró capitán de su guardia y vivió en aquel país diez años honrado y respetado, y cada vez que el recuerdo del cuesco asaltaba su memoria lo ahuyentaba como se ahuyentan los malos olores..
Pero al fin lo poseyó la nostalgia de su tierra, y pasaba los días pensando en su casa y su ciudad al punto casi de enfermar. Y creyó morir de aquel deseo reconcentrado y sin poder ya resistir a los apremios de su alma, dejó todo lo que allí había construido y retornó al país amado.
Por precaución llegó disfrazado de derviche ocultando su nombre y condición hasta la colina que dominaba la ciudad y con los ojos llenos de lágrima vio a lo lejos a su antigua casa y se dijo: "Menos mal que no me reconoció nadie, haga Alá que todos hayan olvidado mi historia. Y pensando así bajó de la colina y tomó por atajos para llegar más rápido a su casa. Fue en el camino que vio a una vieja que sentada en el umbral de una puerta, quitaba piojos a una niña de diez años y que esta le preguntaba "Madre mía desearía saber qué edad tengo porque una de mis compañeras quiere hacer mi horóscopo, vas a decirme en qué año he nacido ?
Pues hija mía, tu naciste en el mismo año y en la misma noche en que Anull-Hossain soltó su tremendo pedo, que al día de hoy todos recordamos pues no ha sido superado por ningún otro. Cuando el desdichado Anull-Hossain oyó estas palabras desanduvo lo andado y echó a correr más ligero que el viento y se decía: He aquí que tu cuesco es ya una fecha en los anales, y ahora le llaman pedo y se transmitirá a través de las edades mientras en las palmeras nazcan flores y no paró de correr hasta llegar al país de la India donde vivió en el destierro con amargura hasta su muerte. !Sean con él la misericordia de Alá y su piedad" Fuente: adaptación de un relato de las 1000 y 1 noches. Aclaración innecesaria "Cuesco" sg. la Real Academia:pedo ruidoso
Derviche: especie de monje.
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