" El escritor Nick Carraway llega a la Ciudad de Nueva York en la primavera de 1922, una época de tambaleante moral, jazz deslumbrante y reyes del contrabando. En busca de su propio sueño americano, Nick se instala junto a un misterioso millonario organizador de fiestas, Jay Gatsby, y al otro lado de la bahía de su prima Daisy y su marido casanova de sangre azul Tom Buchanan. Es así como es introducido al cautivante mundo de los súper ricos, sus ilusiones, amores y engaños. Mientras Nick actúa como testigo, dentro y fuera del mundo que habita, escribe una historia de amor imposible, sueños incorruptibles y tragedia de alto octanaje, y sostiene un espejo hacia nuestra propia época moderna y sus dificultades.
Durante la primera hora de metraje, las fiestas y la imagen escondida de Gatsby son un aliciente para mantenerse ocupado desentrañando la figura del millonario. La revelación encantadora de Leonardo, con una copa de champagne en sus manos, trae aparejado un desliz narrativo importante. La historia de amor se deja ver infantil y sencilla, sin muchos matices, aunque ciertos giros en el tercer acto logran retomar esa idea de cinismo egoísta que intenta actuar como moraleja. Como adaptación de la novela, no se le puede buscar peros porque le guión de Luhrmann y Craig Pearce se mantiene fiel al texto de Fitzgerald, incluso transladando pasajes y líneas del libro.
A pesar de ser una novela corta, The Great Gatsby tiene una duración de unos 140 minutos, un tanto excesivo pero a gusto con los anteriores film del director. Las dos horas y media se sienten, pero el esplendor americano se deja ver, así como también una brillante producción y una ferviente caracterización por parte de DiCaprio son los puntos a favor que tiene esta nueva adaptación de un clásico que se deja ver pero que detrás de tanta opulencia no encuentra asidero para contar una historia única e irrepetible.
Calificación: B