EL GRAN MITO DE QUE EL CLIENTE SIEMPRE TIENE LA RAZON
Original de: Don Cuco
En mis casi 20 años de Freelance he visto de todo. Consultores que estafan ofreciendo más de lo que pueden dar, gente que no sabe una palabra de los temas que tratan (y esto va para clientes y Freelances) pero sobre todo clientes sin el más mínimo sentido de la ética.
No pienso hacer un listado de ellos pues esto ya lo traté en un artículo anterior. Lo que quiero compartir aquí es una historia de un amigo, Freelance como yo, que sufrió las consecuencias de creer en los mitos de que al cliente hay que darle lo que pida y que el cliente siempre tiene la razon .
La Historia es Esta:
Mi amigo y colega, llamémosle Juan, recibió un llamado de un antiguo conocido que maneja una empresa de mediano tamaño en una ciudad del centro de México, para fines de la historia llamémosle: la Empresa.
La Empresa necesitaba urgentemente los servicios de Juan. Un proveedor anterior le había dejado a medias un proyecto muy importante y quería saber si él podía hacerse cargo. Juan, después de revisar los detalles del proyecto accedió a cotizar. La empresa aprobó los detalles de la propuesta y empezaron a trabajar de manera formal.
Un detalle interesante que Juan no tomó en cuenta fue que la empresa le hizo saber que no acostumbraban manejar anticipos. Juan no lo tomo como algo grave y decidió aceptar sin decir palabra. La administración de la empresa le informó que solo pagaban por porcentajes de avance presentado. Esto lo hacían de manera periódica durante el tiempo que el proyecto durara. Y Juan pensó que la empresa como cliente, tenía la razón.
Juan fue presentando avances, sin embargo, los pagos proporcionales no aparecían. Juan no hizo nada al respecto. Un buen día le informaron que habían decidido cancelar su proyecto. El argumento; su trabajo no cumplía los requisitos básicos. Obviamente no recibió pago alguno por todo lo que había avanzado.
Juan lo tomó como una mala experiencia y un par de años después se enteró que la empresa había tomado otros proveedores para el proyecto. A estos, los había dejado avanzar, les canceló el proyecto después de cierto avance adicional y solamente al último le pagó pero unicamante el porcentaje del proyecto que había completado.
Mi Opinión
Afortunadamente, aún no he caído en las garras de este tipo de especímenes. Hay incontables historias de este tipo por todas partes. Contratan Freelancers, crean una excusa para terminar el contrato sin tener que pagar un centavo, contratan otro Freelance y lo engatusan haciéndole creer que el anterior los engañó. Utilizan de forma maestra eso de que el cliente tiene la razón. Pasan por 3, 4 o 10 incautos hasta que completan su proyecto y solo pagan al último una miserable suma por un proyecto normalmente costoso. ¿Y los demás? Le regalaron una gran cantidad de horas de trabajo especializado.
Como Protegerse:
Debemos ser muy cautelosos al momento de hacer tratos o propuestas para cualquier proyecto y sobre todo manejar los acuerdos por escrito. Si el cliente se niega a formalizar algún contrato se puede incluir algún párrafo en la propuesta que deje claro que es un acuerdo formal y cuidar que se firme por alguien a quien puedan pedírsele cuentas legalmente.
Si el cliente alega que es una necedad y significa burocracia hacer eso, sal huyendo de esa empresa lo más pronto posible. No te conviene aceptar ese tipo de riesgos. La frase de que el cliente es primero o que el cliente tiene la razón pasa a segundo término en estos casos. El punto estamos tratando de establecer una relación seria de trabajo con ellos y aparenta no haber seriedad.
Si aceptas porque no tienes más clientes, es momento de reenfocar tu negocio. Tarde o temprano vas a sucumbir. Es patético tener que aceptar lo que sea porque no hay más trabajo de tu nicho por ahí. Reinvéntate es el momento
Debes recordar varias cosas: como Freelance tienes la responsabilidad primero por tu negocio, la rentabilidad del mismo y en segundo lugar por tus clientes. Un negocio debe tener clientes a los cuales les sirva tu trabajo o tu producto. Para que un cliente pueda tener la razón debe estar comprometido a pagar por lo que consume o recibe.
¿O acaso en los restaurantes, después de haber consumido una gran cena si tu les dices: “no me gustó el platillo” no te cobran o te devuelven tu dinero?
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