El sábado me vestí informal y cómoda, pero un poco arreglada, y me presenté en el esperado “evento”. Mi único pensamiento era conocer gente y más gente...,desvirtualizar a madrescon las que hablaba por el “twitter”. Me senté al lado de madres que me arropan, habitualmente, y con las que disfruto mucho.
En general, las charlas y talleres me aburrieron un poco. Y es que no me sentía identificada con casi nada, porque daba la impresión que el fin último de todas aquellas “blogueras”, es que las marcas y el tráfico a su web es el objetivo por el que escribimos; este no es mi caso, y supongo que tampoco el de otras “madres blogueras”. Seguro que las “blogueras” que estaban en el escenario, después del “evento” tendrán más seguidores; hicieron su particularnetworking.
Las “blogueras” allí arriba, sentadas, no me parecieron naturales, excepto en algunos casos. Las cuatro marcas presentes nos regalaban los oídos, porque era fundamental para ellas. ¿Cómo van a decir que nosotras somos las que lo hacemos mal? ¿Alguna pensó, por un momento, que Coca-Cola llamaría a nuestra puerta para que fuera la bloguera elegida por la marca? A mí me hubiera gustado, porque soy consumidora, habitual, de su producto estrella, pero no se me pasó por la cabeza que me llamaran. Ni esos, niLG, niPavo Frío,que por cierto se cubrieron de “gloria” cuando me ofrecieron sus productos con lactosa, que me es imposible consumirlo debido a mi intolerancia y niJohnson and Johnson, que, en general no me gustan.
Asimismo, debo decir, que las “blogueras” no lo hacemos bien con las marcas. Conozco a gente que llama a tu puerta con una marca reciente en el mercado, todo gastos y ningún beneficio, exigiendo un producto para sus sorteos; esto lo afirmo rotundamente porque lo conozco de primera mano. Por tanto las “blogueras” deberíamos cuidarnos de este tipo de cosas.
Por la tarde, me aburrí, bastante, porque pensar en SEO, en diseño, en fotografías en diagonal, etc..., cuando lo que estás es deseando cotorrear con tus colegasy, además, sabiendo que no te puedes levantar del sitio, porque como salgas de la sala, los del matadero, te “matan”, nunca mejor dicho.
Para qué nos vamos a engañar, yo queríadesvirtualizar a las amigas, conocer a aquellas madres que admiro e incluso a las que a veces estamos en conversaciones “tuiteras” hasta altas horas de la madrugada y nos ayudamos.
Como siempre ocurre con estos acontecimientos, me llevé sorpresas tanto para bien como para mal. Las primeras son las “blogueras” que piensas que no te prestan atención en la vida 2.0 y por el contrario las que parecen que están más pendientes en la vida 2.0 resulta que en la vida 1.0 giran la cabeza. Supongo que es más fácil responder en lavida virtual, en el que no hay caras ni gestos. Pero esto es lo que hay y no nos vamos a engañar, como la vida misma. Aunque a veces pienso que la relación blogueril es preciosa y llena de alegrías...
Al final esto fue un grannetworking, con marcas personales, que somos nosotras; porque chicas, no nos engañemos, nosotras estamos creando nuestras marcas personales, lo que se llama ahoraPersonal Branding, unas que escriben y alimentan susblogs de experiencias maternalesy reflexiones y otras que lo hacen con sus trabajos, sus productos o venden sus servicios. Todo este esfuerzo personal es muy válido.
¿Qué he aprendido en este evento?Pues más de lo que pensaba, sinceramente. Que me quedo con mis amigas, las que sigo leyendo cada día o al menos de vez en cuando y me aportan mucho.
El equipo de Diario de Mujer que pudo reunirse en el evento
Que las marcas si quieren acercarse a mí, lo pueden hacer, pero que no estoy dispuesta a venderme por nada, siempre seré sincera si algún producto no me gusta. También debo decir, que hay marcas amables que te solicitan cierta colaboración para darse a conocer y según su disposición, les atiendo o no.He reflexionado mucho sobre el camino que he escogido y cómo llevar mi blog, cómo quiero dirigirlo y no perderme y, sobre todo, ser sincera.
Esta foto la hicieron las chicas de La pecera eventos
Y a pesar de mis críticas, este fin de semana siempre lo recordaré durante mucho tiempo; me lo pasé muy bien y también debo decir, que “Madresfera”tuvo muchos detalles, y algunos de ellos “dulces”.
Por cierto, ¿casualidad o la oportunidad?; dos días después delevento madresférico, tres empresas se pusieron en contacto conmigo para contarme sus “rollos” sobre sus productos infantiles.
El encabezado fue:
Empresa...: ¡¡Hola Pilar!! ¿Qué tal? Te presentamos el producto “tal y pascual...”
A lo que yo ni corta ni perezosa, les respondí sus correos y les pregunté qué cómo me habían conocido y que les hacia la siguiente observación: no deben acercarse a nosotras, o al menos a mí, de una manera tan fría, tienen que ser más amables; en definitiva como a ellos les gustaría que la gente se acercara ellos.
Agradecimientos: me han pedido perdón y me han dado las gracias por la lección. De todo esto, todos aprendemos.