Me he visto en serios apuros a la hora de etiquetar mis propios libros (y es que o los etiquetas o no te los coge ninguna librería porque "no saben dónde ponerlos", ni los puedes inscribir en directorios...) porque son una mezcla de géneros. Y si en Incursores de la noche ponía fantasy tendría problemas con los que quisieran pura fantasy, porque tiene tintes distópicos. Pero si ponía ciberpunk se quejarían a la inversa. Y, aunque la historia de amor podría decirse que es secundaria, siempre habría quien se quejaría porque era romántico y no lo he puesto. Pero no podía poner romántica porque predominaba la acción, pero nadie que lo lea puede decir que se pueda etiquetar en ese género solo y, para colmo, en el mundo literario no parece existir esa etiqueta tan cinematográfica (si no, mostradme los estantes de acción en cualquier librería). Al final, desquiciada, lo etiqueté simplemente como juvenil, etiqueta que es un completo cajón de sastre que no aclara nada, y así se quedó.
Vamos, que las etiquetas complican más que ayudan, salvo en casos de libros que son claramente de un género, y no tienen tintes de cualquier otro. No obstante, aparte de pedirlas las librerías (por lo dicho, tener las cosas clasificadas y saber dónde colocar los libros) muchas veces son los propios lectores quienes las exigen, porque algunos se ciñen a un género y no leen nada que no se ajuste perfectamente a él. Lo que a su vez tiene como consecuencia que, si etiquetas un libro que se ajusta a varios géneros con solo uno, esos lectores se sientan engañados y se quejen (parte de razón llevan).
Pero poco se puede cambiar, salvo (muy a largo plazo) las mentalidades de la gente. Ni la librería puede poner más secciones para ajustarse a la mezcla de géneros, ni los directorios o plataformas de venta online pueden crear categorías especiales para dos o tres libros. Pero sí podemos intentar hacer comprender a los lectores de que hay que ir más allá de las etiquetas y que algunos libros solo se pueden clasificar como inclasificables, pero no por ello dejan de ser grandes obras.