Éste es el último libro de la saga de los maoríes de la escritora Sarah Lark. Nos encontramos ya a principios del siglo XX y la escritora nos continúa presentando Nueva Zelanda de la mano de nuevos personajes, uno de los principales es Gloria y el otro Lilian. Volvemos a ver cómo Sarah Lark se decide de nuevo por dos mujeres para mostrarnos sus vidas y que continuemos descubriendo Nueva Zelanda.
Sabremos más cosas de la vida de los personajes de sus libros anteriores pero el peso de la novela lo llevarán estas dos chicas. Gloriaes heredera, un poco tímida y retraída, su vida le gusta como está y parece que el espíritu aventurero no le atrae demasiado, pero un giro en los acontecimientos hará que todo lo que quería y en lo que creía desaparezca y deba luchar para volver a tomar el control de su vida. Por otro lado tenemos aLilian, feliz con su vida y su familia, soñadora y romántica, que le gusta la aventura y se adapta con facilidad a lo nuevo, nada le preocupa y todo le parece bien. Su aventura le hará crecer como persona y tomar las riendas de su vida. Con ambas viviremos una nueva historia y veremos los cambios que se han producido en la isla y también en Europa.
En mi opinión esta historia es la más floja de las tres a pesar de que el personaje de Lilian me ha encantado. Pero la historia de Gloria es demasiado, es cómo para preguntarse ¿y ahora qué más le puede pasar?, aparte de eso hay momentos en la historia en que la escritora hace saltos muy extraños, como que te cuenta rápidamente una historia superficialmente, te la corta y la deja un poco sin desarrollar y pasa a la siguiente, no sé ha sido una sensación de que me faltaba algo.
Ahora está en vuestras manos decidir si darle una oportunidad al último libro de la saga, que a pesar de lo dicho anteriormente tiene partes divertidas e interesantes así como algunas de las descripciones.