Hace unos días, los reclusos tuvieron que subir a la terraza y manifestarse pronunciando gritos de libertad, durante toda una noche, para atraer la atención de medios y de la mayoría de los partidos que les tienen olvidados y no muestran la necesaria solidaridad con estos reclusos, que están encerrados en peores condiciones que los que están en las cárceles ordinarias.
Sanidad privada mínima –una reclusa murió hace cuatro años por no haberla atendido en tiempo y forma--. A menudo están hacinados, la alimentación es deficiente, celdas para varios reclusos que no cuentan con cuartos de aseo, a penas tienen derecho a recibir visitas y los inmigrantes se quejan de malos tratos. Y todo ello, con una opacidad tremenda. No dejan entrar a ninguna ONG, ni a ningún diputado o político de ningún partido para poder observar la situación y poder recoger las quejas de los reclusos.
Después de esa noche en la terraza, gritando libertad, los manifestantes han sido castigados y para poder quejarse sobre el trato recibido han tenido que pasar una huelga de hambre que terminó ayer, cuando han conseguido que en un par de días les visite un juez de control. Algo que llevan pidiendo desde hace años y que sólo han conseguido con la presión interior y exterior, donde partidos como IU y Podemos así como ONG han estado solidarizándose con ellos y pidiendo transparencia y cambio en la gestión opaca y deficiente de este centro.
Sin juzgar, sin control de ningún tipo, con quejas de malos tratos y atención deficiente, en este centro los inmigrantes mantiene unas condiciones penosas. Con un agravante, los extranjeros encerrados no están acusados de ningún delito, sólo de una falta administrativa. ¿Es o no es más parecido este centro a Guantánamo que a una prisión donde se hayan encerrados reclusos que han cometido delitos?
Esta situación que viene de lejos --ya Rubalcaba mandaba a la policía hacer redadas por las calles para llenar estos centros--, y mantenía esta situación tan lamentable, no podrá ser resulta salvo que se sepa la verdad, esa que esconden desde el ministerio del Interior –por algo será--, y que hace que los reclusos y muchas organizaciones mantengan reivindicaciones contundentes pero necesarias como la de cerrar los CIE.
Mientras tanto, la gran mayoría de los medios generalistas siguen hablando de la fallida intervención de González y Cebrián en la Universidad, mientras olvidan que cientos de personas (sí, aunque el ministro meapilas lo olvide, son personas) están injustamente encerradas en una situación deplorable y propia de un país del Tercer Mundo o de un Guantánmo cualquiera.
Salud y República