Dolores Redondo
En general, todo lo que se desprende de El guardián invisible es la sensación de que le falta mucho para ser una buena novela, tanto en la planificación de la trama y la caracterización de los personajes como en el uso del lenguaje. La inexperiencia de Dolores Redondo aún se nota demasiado, aunque estoy segura de que su escritura ganará consistencia con el tiempo. En cualquier caso, la novela no está a la altura de las expectativas que se han creado y me sorprende mucho que tantas editoriales extranjeras se hayan interesado por ella (supongo que estamos ante uno de esos casos en los que cuenta más el marketing que los atributos de la obra). No esperaba encontrar alta literatura, que conste, pero lo malo es que ni siquiera me ha parecido entretenida, como lo son Dan Brown o Carlos Ruiz Zafón en sus respectivos registros, porque cuando una historia tiene tantos defectos no me entretiene. En fin, disto mucho de ser una entendida en el género, pero si queréis leer una buena novela policíaca que cuide tanto la intriga como los temas personales, antes de este libro os recomiendo, por ejemplo, a Kate Atkinson.