El arrepentimiento va lentamente corroyendo el alma a quien hizo algo mal, y lleva a la autodestrucción.
El guerrero lo sabe y él no quiere morir de esta manera. Cuando actúa con pervesidad o maldad -porque es un hombre lleno de defectos- no se averguenza de pedir perdón. Si aún es posible, usa sus esfuerzos para reparar el mal que hizo. Si la persona que lo recibió ya está muerta, él hace el bien a un extraño y dedica esa acción al alma de su víctima. Un guerrero de la luz no se arrepiente, porque el arrepentimiento mata. Ël se humilla e intenta reparar el mal que causó. Paulo Coelho
Luchar con la verdad tiene un alto un precio, pero sentirse limpio y puro es la mayor recompensa en esta vida.
Utrella!!!