Cada persona, momento y lugar que llega a nuestra vida es una oportunidad de recontactar con nuestra Alma y, desde ella, vernos reflejados en lo que sucede fuera! En ella está la Verdad, esa inmutable, eterna y magestuosa verdad que siempre andamos buscando! Para que surja, tan solo debes deshacerte de la mentira que te protege y de todos esos argumentos mentales que, en vez de protegerte, te alejan de ti mismo y de tu esencia! Desde la verdad de la Conciencia todo es inusitadamente claro y evidente, hasta lo más paradójico de nuestra vida! Es difícil explicarlo, hay que sentirlo para aceptarlo, más que para comprenderlo! Si lo que sucede en nuestra vida exterior, a veces, resulta difícil comprenderlo, es porque estamos desconectados de lo que sucede dentro nuestro! Al fin y al cabo, el mundo que vivimos no es más que el fiel reflejo de lo que hay en nuestra Alma!
¿Cuántas veces nos preguntamos cómo estamos en realidad, cómo somos y qué sentimos? Supongo que resulta fácil respondernos a eso, cuando estamos conectados con nosotros mismos y sabemos a ciencia cierta que lo que ven nuestros ojos no es más que un reflejo de todo ello! Si vemos miedo, es que tememos por algo. Si, en cambio, vemos amor, es que hay amor en nuestro interior! Y eso es así porque muchas veces somos incapaces de reconocer algo que no sean simples síntomas de nuestras emociones, demasiado ocultas por nuestros pensamientos. ¿Cuántas veces nos hallamos inquietos o ansiosos, lo expresamos con agresividad gratuita hacia quienes nos rodean y es simplemente miedo o dolor lo que sentimos en el interior? Y es que, durante la vida, cada uno de nosotros va fabricando un personaje de sí mismo, hecho de retales, de miedos heredados y experiencias de nuestra vida, de comentarios de la gente cercana, que aceptamos sin más preámbulos, pues eso nos ayuda a sentirnos seguros y, a la vez, a ser aceptados!
Tener el valor de abandonar ese tóxico personaje creado es asumir el protagonismo de tu vida! Y es entonces cuando tú mismo construyes día a día tu propio guión, con el beneplácito de la vida, claro está! Y la vida, entonces, no hace más que reflejar lo que hay en tu Alma y ella anhela, es decir, todo ese amor, paz y libertad verdaderos que esperan el momento adecuado para surgir de su encierro involuntario y reencontrarse, compartiéndolos! Y entonces, ya eres tú quien escribe el guión de tu propia vida: tú eres el actor principal y el director y, como tal, tu escojes el escenario, el vestuario más adecuado, la música y la trama que acontece día a día en ella! Y, entonces, es cuando aparecen otros actores invitados que, como tú mismo, deciden participar en la misma gran obra, que es tu vida! Y así aparecen hadas mágicas, princesas silenciosas y duendes, que llenan de luz y de color el guión de nuestra propia y mágica vida!