El gusano que reivindicó a Nietzsche

Publicado el 06 diciembre 2011 por Boylucas


Caenorhabditis elegans. (Imagen: expasy.org | Ralf Sommer)

Artículo previamente publicado en 

Quizás una de las frases más famosas de Friedrich Nietzsche después de “dios ha muerto” está también en su libro “Así habló Zaratustra” cuando compara al hombre con los gusanos, y es que en él escribe “habéis recorrido el camino que media desde el gusano hasta el hombre y aún queda en vosotros mucho del gusano”. En aquél entonces y aún ahora muchos brincan al oir tremendas frases, pero hay un gusano el Caenorhabditis elegans (C. elegans), parece darle la razón.

Este animal es una especie de nemátodo, de apenas 1 mm de longitud ha sido fuente de múltiples estudios. Comenzaré contándoles que se caracteriza porque existen machos y hermafroditas, estos últimos al tener ambos órganos sexuales no necesitan de otro para reproducirse, no así los machos que necesitan de un gusano hermafrodita para alcanzar su reproducción. En varias ocasiones gusanos hermaofroditas pueden llegar a preferir el esperma del macho para incrementar la variabilidad de sus descendientes.

Otra diferencia es que los machos tienen 383 neuronas en comparación con las 302 de los hermafroditas. Aunque el hombre tiene aproximadamente 100 mil millones de neuronas, se utiliza al C. elegans como modelo para el estudio del cerebro, para aprender como es que se toman decisiones (cambiar de dirección cuando se encuentran con algún obstáculo en la tierra por ejemplo) y como se aparean.

En base a ello se ha visto que en este gusano hay aproximadamente unas siete mil sinopsis (conexión entre neuronas) y en algunos grupos de neuronas parecen formar módulos para funciones específicas. Cuando se alteran estas agrupaciones durante el desarrollo del gusano, estas pueden ser substituidas por otras, pero cuando llegan a la edad adulta y el sistema nervioso ya está consolidado esto no se ha visto.

Estas investigaciones resultan de interés tanto para neurobiólogos como para investigadores en inteligencia artificial quienes buscan replicar en el laboratorio las capacidades mentales del C. elegans. Por otro lado, habrá que buscar como correlacionar estos estudios con los del Dr. Álvarez-Buylia quien estudia la capacidad que tienen las neuronas de diferenciarse en los mamíferos ya adultos.

Pero estos organismos no empiezan ahora a llamar la atención de los científicos, por ejemplo fueron de los primeros de los que se tuvo su genoma completamente secuenciado y caracterizado en 1998. Por otro lado hay varios protocolos de estudio en torno a ellos, por ejemplo en España el Dr. Manuel J. Muñoz estudia en ellos la regulación genética del envejecimiento, esto por resumir una larga lista de estudios donde este animal es el protagonista.

Pero tal vez sea esta semana unas de las de mayor gloria para el pequeño gusano,  y es que investigadores de la Universidad de Notthingham, liderados por el Dr. Szewczyk enviaron en el 2006 a 4,000 de estos animales a la estación espacial Discovery, desde entonces estos gusanos se han convertido en tripulantes frecuentes de las diferentes misiones, demostrando que pueden no solo vivir, sino también reproducirse como lo hacen en la Tierra.

“Aunque parezca sorprendente, muchos de los cambios biológicos que ocurren durante los vuelos espaciales afectan a los astronautas y a los gusanos de la misma manera” dijo Szewczyk, quien junto con su equipo han publicado las conclusiones de sus estudios en la revista Journal of the Royal Society Interface.

Dentro de sus propuestas están enviar ejemplares de C. elegans a Marte, y es que esta pequeña especie guarda un as más sobre la manga, de los 20,000 genes que tiene (nosotros tenemos 23,000) muchos de ellos son similares o inclusive iguales a los de los humanos, por ejemplo el 50 al 60% de los genes encargados de la función muscular tienen su contraparte en el hombre.

En palabras del propio Szewczyk esto es de gran importancia “…dado el alto índice de fracaso de las misiones a Marte, el uso de gusanos nos permite probar de forma segura y relativamente barata los sistemas de la nave antes de las misiones tripuladas”.

Muchos científicos, entre ellos Stephen Hawking proponen que la supervivencia de la humanidad en un futuro, podría tener su única posibilidad en la capacidad que tenga de poblar otros planetas.

En fin, un pequeño gusano reivindica a Nietzsche, ojala muchos jóvenes pudieran conocer a este filosofo, lamentablemente cada vez vemos con más frecuencia me topo con muchachos que no saben a quien me refiero, mucho menos han oído hablar de Zaratustra.

Ya no me extraña, como menciona la maestra Petra Llamas, que nuestras autoridades educativas han olvidado algo que hace tiempo demostró funcionar el trivium y el quadrivium. Ya lo he dicho antes, los jóvenes ya no saben leer, mucho menos escribir. ¿Cómo esperamos que sean profesionistas consumados?

El otro día realizaba un ejercicio con mis alumnos, entre preguntas de Fisiología hacía algunas de cultura general, desde autores de libros como “David Copperfield” de quien no atinaron a decir es Charles Dickens sino que pensaron que era la autobiografía del mago que toma su nombre del libro, hasta noticias del mundo actual, inclusive de su propia ciudad, o el significado de los labios en el escudo del estado en el que han vivido toda su vida (yo llevo aquí 6 años). Me sorprendió que no pudieron contestar ninguna.

Así como Nietzsche diagnosticó la muerte de dios, temo mucho pronunciar el parte médico sobre el fallecimiento de la curiosidad, pero tal parece que así es, que se ha esfumado, culpa en gran parte lo tienen nuestras autoridades educativas, ¿pero es todo atribuible al gobierno o es la manera de salirnos por la tangente y no aceptar que todos, padres, maestros y alumnos somos también parte de este sistema educativo deficiente?