El hábito de los 50 largos

Publicado el 08 marzo 2015 por Miguel Ángel García Morcillo @alienaragorn

Desde hace aproximadamente unos cinco meses he conseguido añadir a mi quehacer diario dos hábitos muy recomendables, por lo menos para mí y que creo que puede ser beneficioso para aquella persona que quiera plantearse empezar el día con una buena dosis de energía y entusiasmo.

El primer hábito es madrugar más, levantarme a las 06:20 todas las mañanas de lunes a viernes incrementa mi buen humor (ya excelente de por sí, eso sí, tengo que esforzarme porque a veces es tan sutil que no me lo pillan J) y te preguntarás ¿Cómo que te incrementa el buen humor, será al contrario? Pues no, porque cuando suena el despertador del móvil a las 06:20, da igual si estamos a -2 grados, si hace una rasca que invita a continuar calentito y cómodo en la cama, si el día anterior fue muy duro (cuál no lo es) y me acosté algo tarde,(tengo mucho que leer para luego escribir) o si el día que comienza tengo que hacer 50.000 cosas, lo importante, lo esencial es que tengo una nueva oportunidad para demostrarme a mí mismo que puedo hacerlo un día más. Que puedo cumplir con mi objetivo.Y podéis pensar, vale tío, toma unas palmaditas en la espalda, eres la repera ¿Y qué? ¿Qué tiene de extraordinario? Pues que me importa un pimiento lo de las palmaditas, lo que sí me importa es que puede ayudar y beneficiar a alguien que como yo en su día, vivió una época de incertidumbre donde encontrar el norte y saber que hacer se me antojó harto complicado. Además que arañar horas al día, hacer deporte o cualquier otra cosa que te llene y que te guste genera unas buenas dosis de confianza, que nunca está de más para afrontar el día¿Qué por qué he creado el hábito de madrugar? Pues porque después de hacerme un café, me voy a nadar a la piscina y hago el ejercicio del día nadando 50 largos, mi segundo hábito. No es mucho, ya lo sé, pues la piscina es de 20 metros, pero a las 7.35 ya he cumplido con mi deporte diario haciendo un kilómetro a mi ritmo en la piscina, sin prisas, pero con un gran beneficio para mi cuerpo (un poco necesitado de un mayor ejercicio, la verdad) y contento por haber cumplido un día más con mi compromiso por mejorar mi forma física y con un hábito que tanto esfuerzo ha costado (sin esfuerzo no hay recompensa)¿Qué beneficios tienen estos dos hábitos? Muchos:-El primero es levantarte cuando la mayoría de la gente sigue durmiendo, cuando en muchas carreteras no han puesto el pavimento J, con la consiguiente calma, tranquilidad que proporciona el silencio. Comenzar la jornada de noche te da otra perspectiva, te proporciona apreciar más si cabe esos momentos de silencio y reflexión tan necesarios y que tan poco los ejercitamos.-El segundo es que cuando entras en el agua, te metes de lleno en la realidad de volver a empezar el día. Al mismo tiempo que cojo aire y lo tiro bajo el agua, que doy una brazada y otra, voy sintiendo como me deslizo y avanzo hacia el siguiente largo. Objetivos tangibles, objetivos alcanzables. También me sirve como momento “mío” y para mí, para pensar (por ejemplo en el título de mi libro, que lo estoy barruntando) u otros menesteres pendientes o de no pensar y dejarme llevar con el movimiento en el agua, siempre avanzando, siempre creciendo.

Foto: VChar01. Morguefile.

“Nuestra energía fluye hacia aquello en lo que ponemos nuestra atención” Robin Sharma.-El tercer beneficio es hacer deporte (aunque lo que hago yo es flotar que diría mi amigo Asensi, nadador competitivo y extraordinario) pero floto muy a gusto, conmigo mismo y eso me provoca empezar mucho mejor el día.-El cuarto es el compromiso adquirido con mi persona. No es moco de pavo. No hay nadie por medio. No hay excusas ni a quién echarle las culpas, eres tú frente al espejo. Tú verás qué haces con tus compromisos. Además, como todo el mundo, tengo la capacidad de hacerlo todos los días o no hacerlo. Pero me encanta tener ese compromiso, me gusta, me hace bien.Así que éste es mi hábito de 50 largos. ¿Cuál es el tuyo? Que mañana empieces bien tu día.