El hermanastro del líder norcoreano fue asesinado con VX, un poderoso agente neurotóxico conocido por su utilización como arma química, según la policía malasia, que investiga el espectacular ataque del 13 de febrero contra Kim Jong-nam.
El veneno utilizado por los asaltantes fue el agente VX -una versión aún más mortal que el gas sarín-, indoloro, inodoro y altamente tóxico, precisó la policía al presentar los resultados de un análisis toxicológico preliminar.
Trazas de VX, considerado un arma de destrucción masiva por la ONU, fueron halladas en muestras de la cara y los ojos del hermanastro de líder norcoreano, Kim Jon-un, que murió tras ser atacado por dos mujeres en el aeropuerto de Kuala Lumpur.
Las imágenes del sistema de videovigilancia del aeropuerto muestran luego a la víctima, un hombre corpulento de 45 años, solicitando ayuda al personal del aeropuerto, que lo dirige a la clínica de la terminal aérea para recibir asistencia.
Kim Jong-nam, que estaba en el aeropuerto para embarcar hacia Macao, falleció poco después, mientras era trasladado al hospital.
El VX, como es conocido en la jerga militar de la OTAN, ataca el sistema nervioso y muscular, actuando por inhalación o simple contacto con la piel.
La autopsia descartó un ataque cardíaco y la investigación se había concentrado en la hipótesis de que se había aplicado una toxina a su rostro.
Los investigadores malasios intentarán determinar de dónde procede este agente químico mortal, declaró el jefe de la policía nacional, Khalid Abu Bakak.
“Vamos a investigar cómo ingresó al país. El producto químico es ilegal. Es una arma química” dijo.
El VX pudo haber sido escondido sin dificultad en una maleta diplomática, que no está sometida a los controles habituales en la aduana, declaró una eminente experto en seguridad de la región, Rohan Gunaratna.
Corea del Norte utilizó en el pasado maletas diplomáticas “para pasar de contrabando materias que estarían sometidas a controles si transitaran por los canales habituales”, añadió Gunaratna, director del Centro Internacional de Investigación sobre el Terrorismo y la Violencia Política.
Según Lee Il-Woo, analista surcoreano de defensa, “Corea del Norte puede tener importantes reservas de VX, que puede fácilmente ser fabricado a bajo precio”.
Desde el inicio de este caso digno de una novela de espionaje, Corea del Sur señala a su vecino del Norte, citando una “orden permanente” del dirigente Kim Jong-un para eliminar a su hermanastro, crítico del régimen comunista que gobierna uno de los países más cerrados del mundo.
Hay tres sospechosos detenidos: las dos mujeres -una vietnamita y una indonesia- y un hombre norcoreano.
La policía malasia tiene asimismo sospechas sobre cuatro norcoreanos que huyeron de Malasia el mismo día del crimen para viajar a Pyongyang.
También quiere interrogar a otros tres norcoreanos, entre ellos un diplomático en Kuala Lumpur.
Esta semana, el ministro surcoreano de Relaciones Exteriores, Yun Byung-Se, exhortó a la comunidad internacional a “tomar medidas” contra Corea del Norte si se confirma la hipótesis de un ataque encargado por Pyongyang.
“La comunidad internacional lo vería como un acto de terrorismo de Estado que afecta a la soberanía de Malasia”, declaró Yun tras un encuentro el miércoles con su homólogo británico, Boris Johnson.
La prensa oficial de Corea del Norte atacó por su parte con dureza a Malasia y fustigó la investigación, que asegura está politizada.
La agencia de prensa KCNA rompió el silencio impuesto tras el asesinato y acusó el jueves a ese país de ser responsable de su muerte y de tejer un complot con Corea del Sur.
“El principal responsable de esta muerte es el Gobierno de Malasia, ya que el ciudadano de la República Popular falleció en su territorio”, dijo KCNA, que atribuye la tesis del envenenamiento a “rumores insensatos”.
Con información de AFP.
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