Tras arreglar los problemas internos de la corte todo parece más tranquilo, pero las nieblas continúan creciendo, y cada vez muere más gente por su causa.La única respuesta parece hallarse en los depósitos de alimentos que el Lord Legislador escondió en enclaves principales.El grupo se divide y, mientras Elend y Vin parten con los Koloss para tomar el control de algunos asentamientos, Fantasma ha adquirido un gran control de su capacidad alomántica y actúa de enlace en otra ciudad, y Sazed intenta descubrir el verdadero significado de los escritos del Legislador.
La primera trilogía se acaba y ahora podemos obtener una visión holística que nos haga replantearnos las opiniones individuales de los libros. Se puede apreciar que Sanderson ha escrito una obra en la que cada libro presenta una faceta diferente, un problema diferente de la propia humanidad y, si en El Imperio Final nos enfrentabamos a la revolución, al deseo de libertad y a la autodeterminación; en El pozo de la ambición, al miedo al porvenir, a la necesidad de ser guiados y de hacer coincidir ideas con deber; en El héroe de las eras nos encontramos con un aspecto mucho más simple y manido, el aspecto teológico de la fe sobre el destino del mundo, la eterna lucha del bien contra el mal. pero, en opinión de quien esto escribe, al final, en conjunto nos echamos a la frente dos grandes conceptos, la construcción de la personalidad como motor del cambio y la dualidad bien-mal entendida como una pareja de múltiples aristas en las que no todo es de un lado u otro, sino que han de complementarse para producir una realidad veraz y múltiple en sus posibilidades.
Y como colofón final para entender todo lo acontecido y el porqué de los hechos del legislador, Sanderson nos introduce en el clasiquísimo concepto de la lucha entre el bien y el mal aquí nombrados Conservación y Ruina pero que no son más que un trasunto de estas, de las fuerzas parejas que rigen el universo y que no pueden existir la una sin la otra, de tal modo que, como suele ser normal, el mal, Ruina parece mucho más poderoso que el bien, Conservación, y con la utilización de un nuevo poder mágico, la Hemalurgia es capaz de conseguir dominar a las personas o seres a su antojo.En este punto si que he de decir que no me ha gustado la utilización de estos tres últimos poderes: Ruina, conservación y hemalurgia, pues de repente parece que todo el mundo los conoce y sabe de ellos, aunque sea la primera vez que a ellos se enfrenta.
En definitiva, y para no alargarme más, que ya es bastante, aunque seguro que cuando relea un par de veces esta reseña me daré cuenta de todo lo que se me ha pasado, he de decir que Sanderson sigue sin defraudarme y que gustará a todos aquellos que disfruten con fantasías alternativas más allá de elfos y dragones. a mi también me gustan estos últimos, que conste, pero con Sanderson flipo.