El Enmascarado de Plata
Él con unas antorchas las bestias va a matar, mujeres vampiro,
hombres animal como tú…comprenderás.
El Santo es toda una leyenda, leyenda nacional
podrás ver allá en Texcoco su viejo Cadillac…
(Fragmento de la canción Santo de las Victimas del Doctor Cerebro)
Todos hemos escuchado de la leyenda de la lucha libre mexicana El Santo, el enmascarado de plata, quien fuera y sigue siendo un ícono dentro de la cultura mexicana, no solo en el deporte de las luchas si no también dentro del ámbito cinematográfico.
Rodolfo Guzmán Huerta nació en Tulancingo, Hidalgo, el 23 de septiembre de 1917 siendo el quinto hijo de siete. En el año de 1920 se muda con su familia a la Ciudad de México, asentándose en el legendario barrio de Tepito.
Amante del deporte desde muy joven llegó a practicar béisbol y fútbol americano, pero después conocería el deporte que lo lanzaría a la fama internacional, la lucha libre, aunque para llegar a ella aprendió jiu jitsu y luego lucha grecorromana.
Antes de ser conocido como el Enmascarado de Plata, adopto otros muchos sobrenombres con los que empezó a admirar a los seguidores de la lucha libre; entre la segunda mitad del año de 1930 utilizó los sobrenombres de Rudy guzmán, el hombre rojo, el enmascarado, el incógnito, el demonio negro, el murciélago ii; siendo este último una copia de otro famoso luchador de esa época, Jesús Velásquez y después de un reclamo por el nombre por parte del Murciélago original, la Comisión Mexicana de Boxeo y de Lucha declaró que Guzmán no podría utilizar ese nombre.
Sin embargo el nombre del El Santo, sería una sugerencia de su entrenador Jesús Lomelí, quien se encontraba armando un nuevo grupo de luchadores cuya característica era su vestimenta plateada; así el 26 de abril de 1942 se presentó por primera vez en la arena méxico como El Santo.
Hay que destacar que en sus orígenes El Santo pertenecía al bando de los rudos, que por lo general eran odiados por el público ya que éste sentía mayor empatía con los técnicos, bando al que posteriormente se uniría Guzmán.
Gracias a su peculiar estilo de lucha fue ganándose un lugar dentro de los favoritos del público y fue acrecentando su fama, misma que repuntó cuando el editor José Guadalupe Cruz empezó a publicar la historieta Santo, el Enmascarado de Plata, convirtiéndolo en el primer personaje luchador de la historieta mexicana, usando como técnica el color sepia y el fotomontaje en fondos dibujados; los primeros años el propio luchador posaba para la fotografía pero con el paso del tiempo y debido a problemas legales tuvo que ser sustituido y ello trajo cambios al personaje de la historieta que se publicó hasta los años ochenta.
Pero la fama del Santo no solo quedó en el cuadrilátero y en las páginas de la historieta, si no que llegó a ser parte del mundo cinematográfico, convirtiéndose en una estrella del cine de culto, que sigue vigente hasta nuestros días.
La aparición de las primeras películas protagonizadas por el Santo, se comenzaron a rodar en el año de 1958 en Cuba y fueron producidas por los hermanos Rodríguez, llevando el nombre de Santo contra el cerebro del mal y Santo contra hombres infernales.
En primera instancia los productores no creían que llegarían a hacer fenómenos taquilleros pero se equivocaron ya que la fama de las películas fue creciendo. Con la película que se llegó a consolidar como uno de los personajes cinematográficos favoritos de la época fue Santo contra los zombies (1961).
A partir de entonces el famoso luchador comenzó una larga lista de películas en las que podemos observar cómo se enfrentaba, a lado de otros importantes luchadores nacionales, a seres de otro mundo que van desde mujeres vampiro, momias, monstruos del espacio, maléficas hechiceras, al igual que con psicópatas asesinos, gánsteres internacionales, científicos enloquecidos o contra todos a la vez, siempre buscando el triunfo de la justicia.
El Enmascarado de Plata dejó de combatir contra todos estos seres, por lo menos en este mundo y murió el 5 de febrero de 1984 de un infarto de miocardio después de una actuación en el Teatro Blanquita.
En la actualidad las películas del enmascarado de plata son consideradas cine de arte y son muy valoradas sobretodo en Europa, pero en nuestro país la leyenda de aquel luchador al que nadie nunca pudo despojar de su máscara plateada representa todo una ícono y lo podemos encontrar en diversos productos que van desde playeras hasta muñecos coleccionables, además de influir en la cultura pop.