¿De qué va?
En 1944, Saul, un judío húngaro prisionero del campo de concentración de Auschwitz y miembro de los Sonderkommando (encargados de quemar los cadáveres de los prisioneros gaseados y limpiar las cámaras de gas) encuentra cierta supervivencia moral tratando de salvar de los hornos crematorios el cuerpo de un niño que toma como su hijo.
La crítica
De atrevida, radical y provocadora hay que calificar la propuesta ficcional de 'El Hijo de Saúl' ('Saul Fia'), al elegir un miembro de los Sonderkommandos (prisioneros que trabajaban en los campos de exterminio), un eslabón de la cadena del mal, como testigo presencial de los acontecimientos representados. En este sentido, no debe sorprendernos la elección de un cómplice y cooperador activo y necesario, en lugar de una víctima, pues el acento no se pone tanto en el mal padecido cuanto en el consentimiento cómplice del mal. De ahí que, en su continuo deambular, el atormentado protagonista intente buscar denodadamente su propia redención a través del entierro, según el rito judío, del cuerpo de un niño húngaro, salvándole de quedar reducido a cenizas.
Información de más
- En la película se pueden oír hasta 5 idiomas: alemán, ruso, polaco, húngaro y yiddish.
- El campo de Auschwitz ha sido recreado en una vieja base militar a las afueras de Budapest.
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