Las mujeres chinas consideran que ser vírgenes es clave para ganarse “el corazón de un hombre”. El “virgin maker” desprende un líquido similar a la sangre al aplicrase presión en la vagina, sangre artificial, hecha con colágeno y colorante rojo, que las mujeres se insertan en sus partes intimas antes de tener relaciones para de este modo hacer creer a los hombres que tenían relaciones con una mujer inmaculada.
Aunque este himen artificial ha sido prohibido en China, aún puede conseguirse una versión en el sitio Himen Artificial, que ofrece este producto.
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