Después de ver la última película de la trilogía me parecía que era el momento perfecto para probar por mí misma la pluma de este ya famoso genio que, hasta la fecha, no me había atrevido por su fama de denso. Siempre he leído o me han comentado que, para iniciarse en sus obras, lo mejor es empezar precisamente por ésta que os traigo hoy reseñada y seguí esos consejos.
Argumento
Los enanos necesitaban un miembro más en el grupo, un saqueador experto, para poder llevar a cabo su plan: alcanzar Erebor, derrotar al dragón Smaug y recuperar el reino y su tesoro. Gandalf les había recomendado para esta misión a Bilbo, algo que no convence para nada al hobitt ni a los enanos, aunque finalmente, de esta forma, éste se ve envuelto en la aventura a pesar de su resistencia inicial a dejar su cómodo hogar.
Reseña
La obra fue publicada en 1937 y en un principio había sido creada como relato para los hijos del autor, algo que, aunque tuvo algunas modificaciones en unas revisiones para acercarse y enlazar mejor con El Señor de los Anillos, se sigue percibiendo en la lectura. Aunque la trama es la de una gran aventura con una batalla al final, la obra no tiene el tono épico que tendría la trilogía o que las películas le han querido dar, sobre todo la última.
La historia se plantea como un viaje en el que un protagonista madurará y crecerá ganando confianza en sí mismo y aprendiendo a valorar su pacífico hogar más de lo que de por sí le gustaba. Se habla de avaricia y valor, egoísmo y buen juicio, pero sobre todo y ante todo es una novela de aventuras, por lo que el entretenimiento está garantizado mientras seguimos las andanzas de este numeroso grupo.Lo que no se puede decir que sea es una novela de personajes. Aparte de la evolución de Bilbo y los diferentes estados de ánimo por los que pasa, el resto quedan planos, terriblemente planos. Gandalf se presenta como un anciano fuerte, ingenioso y muy inteligente y, de los enanos, únicamente Thorin tiene un atisbo de personalidad propia. El resto están para poco más que hacer el bulto necesario para una aventura semejante. Me ha faltado interacción entre ellos, saber que formaban un grupo más cohesionado o menos, con rasgos diferenciadores más allá de detalles de aspecto externo que en raras ocasiones se dejaban caer... Más habría valido que fuese un grupo mucho menos numeroso pero que hubiese dejado así margen a desarrollo.Ya iba prevenida gracias a las adaptaciones que se han hecho de las dos obras de
Tolkien, pero me ha chocado el excesivo androcentrismo de la historia. No es sólo que el grupo formado por hobbit, mago y enanos sean todos hombres, es que apenas se nombra muy de pasada a un par de mujeres en todo el libro. Ni siquiera durante el viaje surge una presencia femenina. Ninguna. Cero. No puedo evitar que me resulte chocante. En vista de esto, aunque para las películas se haya creado a propósito un personaje femenino, se aprecia el esfuerzo a costa de, seguramente, la rabia de los fans más acérrimos.La prosa del autor ha sido más ligera de lo que al principio me temía. No abusa de descripciones y hay un buen ritmo. Aquí es donde más se nota que el público original era entre infantil y juvenil. Ya sé que gana densidad de más en la célebre trilogía, así que voy a dejar que pase todavía un poco más de tiempo antes de animarme con ella.
Poco más puedo añadir. Ha sido una lectura entretenida, con momentos de puro humor y con ese aire de cuentos infantiles que tenemos en la memoria. Tiene muy buen ritmo y un buen protagonista que, de ser poco más que un paquete que deben llevar, acaba marcando el rumbo de la aventura. Al igual que se me dijo, para quien no haya leído nada de
este autor, me parece la aproximación perfecta para iniciarse. Y si, al contrario, habéis leído otras obras suyas dejando ésta por la fama de infantil, podéis darle una oportunidad, no creo que os defraude.