Ríos de tinta y manantiales de saliva se han gastado para hablar bien o mal de esta nueva incursión en el universo de Tolkien otra vez bajo el formato de trilogía, hecho que delata que no estamos ante películas cualesquiera. En esta ocasión toca adherirse al tema de la semana si eres mínimamente cinéfilo y comentar el estreno de la segunda entrega de El hobbit. Ya la primera parte nos dejó abruptamente con la miel en los labios en forma de ojo de dragón que se desperezaba y nos prometía un espectáculo sin igual con cada una de las sombras que trazaba su silueta; desde entonces a todo fan que se precie le ha estado rondando el “que viene, que viene” por la cabeza. Al fin llegó el día de comprobar si la mezcla dragón-Peter Jackson es tan brutal como a priori parece. Y, ¡pardiez!, doy fe de que así es.
En lo referente al elenco, el peso de la producción sigue residiendo con solvencia y aplomo en sir Ian McKellen (nos ponemos en pie), Richard Armitage y Martin Freeman, quien más minutos se lleva de la repartición y de lo poco que mejora la primera trilogía ambientada en la Tierra Media.
Qué decir de montaje, banda sonora y efectos de sonido, maquillaje o vestuario: sencillamente perfectos. Peter Jackson revolucionó el mundo del cine hace unos años y en ese universo propio de fantasía se encuentra como pez en el agua. Cada vez más alejado de Tolkien y cerca de su propia y personal versión del mismo, para soponcio de algunos y supongo que aplauso de otros…
Dirección: Peter Jackson. Países: USA y Nueva Zelanda. Año: 2013. Duración: 161 min. Intérpretes: Martin Freeman (Bilbo Bolsón), Ian McKellen (Gandalf el Gris), Richard Armitage (Thorin, Escudo de Roble), Cate Blanchett (Galadriel), Andy Serkis (Gollum), Luke Evans (Bardo), Lee Pace (Thranduil), Orlando Bloom (Legolas), Evangeline Lilly (Tauriel), Stephen Fry (gobernador de Ciudad del Lago), Mikael Persbrandt (Beorn). Guión: Peter Jackson, Guillermo del Toro, Philippa Boyens y Fran Walsh; basado en el libro de J.R.R. Tolkien. Producción: Peter Jackson, Carolynne Cunningham, Zane Weiner y Fran Walsh. Música: Howard Shore. Fotografía: Andrew Lesnie. Montaje: Jabez Olssen. Diseño de producción: Dan Hennah. Vestuario: Bob Buck, Ann Maskrey y Richard Taylor.