El Hobbit: la desolación de Smaug
Publicado el 20 diciembre 2013 por Palomitos
@PalomitosWeb
Una de las ventajas con las que juega Jackson en todo esto que está haciendo (ventaja que se ha ganado a pulso con la anterior trilogía) es que parte de un universo tan potente que poco tiene que hacer para tocar la fibra a sus fans. Esta segunda parte de El Hobbit no difiere mucho de la primera en cuanto a calidad se refiere. En esta ocasión nos encontramos con un espectáculo más oscuro, con más acción y con más conexiones con la famosa trilogía. La película es aventura pura y dura, contiene un par de secuencias de acción extraordinarias, y por momentos te convierte en un crío disfrutando de una aventura de esas de hace 20 años. No hay Gollum pero hay Smaug y, con él, una tercera parte prometedora.
Lo mejor: su espíritu de aventura.
Lo peor: por momentos, su exagerado metraje es una carga.