‘El Hobbit: Un viaje Inesperado’, nostálgico regreso a la Tierra Media

Por Cinéfilo Criticón @cinefilocritic

A mi temprana edad, o precoz vejez, como quieran llamarlo, me considero afortunado de haber disfrutado la trilogía de El señor de los anillos en una sala de cine y esperar año con año, recordemos que cada película se estreno en navidades del 2001 al 2003, la finalización de una aventura épica y fantástica que redefiniría este genero y al cine en general. Nunca más las películas épica volvieron a ser las mismas, ni mucho menos llegaron a lograr, ni por asomo, lo que Peter Jackson y este grupo de maravillosos actores hicieron en esta poderosa y hermosa historia que es un canto descomunal y sublime hacia la magia del cine.

Solo era cuestión de tiempo para que Jackson y el mismo equipo creativo responsable de la trilogía de ESDLA volviesen a la Tierra Media. El Hobbit curiosamente narra los acontecimientos anteriores a la destrucción del anillo, por ello se le podría considerar como una precuela, hablando estrictamente en materia cinematográfica. Tampoco es que sorprenda, Jackson había comentado su interés en la mitología de Tolkien desde 1995, concretamente en El hobbit, inclusive antes de realizar El señor de los anillos. Su amor por la Tierra Media es evidente aunque también puede ser excesivo y contraproducente. El Hobbit: Un Viaje Inesperado sufre las dolencias que cite oraciones atrás. Pero tampoco es que terminen por destruir el producto final.

El Hobbit narra la travesía, disfrazada de aventura mortal, que Bilbo Bolsón, interpretado acertadamente por Martin Freeman, debe emprender junto a Gandalf el Gris, en la piel del estupendo y carismático Ian McKellen, y trece enanos, comandados por Thorin escudo de roble, el cual es interpretado por un maravilloso Richard Armitage, hacia la montaña solitaria para reclamar el tesoro que el dragón Smaug les había arrebatado en el pasado. Desafortunadamente para la comunidad, un poder maligno emerge en la Tierra Media que amenaza con convertir todo en oscuridad, al mismo tiempo que el dragón Smaug despierta de su largo sueño para impedir que nuestros valientes héroes tengan las cosas tan fáciles. En eso se podría resumir el libro de Tolkien, y la primera parte, de tres innecesarias películas, que Jackson contempla estrenar. Un viaje Inesperado es solo el comienzo, por lo que tendremos que esperar otros dos años más para ver el desenlace.

Comentaba con mi compañero Cristóbal la falta de fe que tenía con respecto a esta nueva saga, pues veía innecesario y suicida llevar un libro de alrededor de 300 paginas a tres películas de casi tres horas de duración cada una. Esto significaba meter mucho relleno y alejarse de la idea original de la película, además de meter personajes irrelevantes. Me cuesta decirlo, pero Jackson comete algunos de esos errores, como incluir personajes de la anterior trilogía, como Saruman, Frodo o el mismo Bilbo de viejo, para regresarnos a la nostalgia. Lo consigue, es cierto, pero queda la sensación de que bien se podrían haber omitido. Por lo demás poco le podría recriminar, en realidad la película ofrece más espectacularidad y aventura de lo que yo hubiese imaginado. Quizás salí con una sonrisa en los labios porque simplemente no esperaba absolutamente nada. Los fans de hueso colorado que esperaban algo similar a la trilogía del anillo si pueden llegar a sentir decepción y hasta posible aburrimiento.

Y es que la película es muy larga teniendo en cuenta lo que quiere contar, eso y el aspecto infantil de los diálogos y situaciones, acordes a un público familiar, pueden enfurecer a los que esperaban una versión más madura. Y es que el parecido notable con La comunidad del anillo es visible en cada curva dramática, pero lo que en aquella funcionaba a la perfección, aquí se siente gastado y sin la emoción necesaria, salvo el magnifico tramo final. Quizás por haber visto El señor de los anillos no sintamos tanta originalidad ni emoción acá, por el contrario, si no las has visto, te puede resultar sumamente placentero. Pero vamos, pensaran que todo es malo acá, pero no es cierto. El Hobbit: Un viaje Inesperado cuenta con secuencias sumamente entretenidas y espectaculares, como el maravilloso prólogo, el ataque de los Trolls, los gigantes de piedra, la batalla dentro de la montaña, el juego de adivinanzas con Gollum y la batalla final contra el orco pálido. Hay magia en cada encuadre, e inclusive los Extreme Long-Shots se notan increíblemente bellos, aunados a una banda sonora atinada de Howard Shore, pero queda la sensación de que pudo haber sido mucho mejor, y mucho más corta.

Para los nostálgicos y sentimentales, reconozco encontrarme en esa categoría, El Hobbit: Un Viaje Inesperado es un agradable entretenimiento y retorno a la Tierra Media que llegara el corazón de los sensibles. Una película altamente recomendable para ver en familia y con los amigos. El toque de fantasía y épica que Jackson le imprime se siente en cada momento aunque no se explote al máximo como si sucediera con El señor de los anillos. Por lo pronto queda esperar un año más para conocer lo que Jackson nos tiene que contar y esperemos, en verdad lo deseo, sea mucho mejor que este irregular comienzo y se enfoque mucho más en la magia que Tolkien escribió hace ya tanto tiempo. Tiene más aciertos que errores. Eso se agradece.

 ★★★☆☆