El hombre ajeno

Publicado el 17 septiembre 2014 por Aleon @Aleonpizarro
de David Pérez Vega.



Título: El Hombre ajeno.Autor: David Pérez VegaEditorial: Baile del Sol, 2014Páginas: 230.
Resumen oficial.
¿Es el salvadoreño Héctor Meier Peláez uno de los más grandes poetas ocultos de las últimas décadas? ¿O es más bien un guerrillero sanguinario, muerto prematuramente en la vorágine de la violencia centroamericana? Juan Linares, que ha dedicado varios años a investigar la vida y la obra del salvadoreño, se inclina por la primera opción, aunque frente a sí mismo ha de reconocer que, además de la obra de Meier, también le fascina su estrecha relación con la violencia.
Mientras compagina sus investigaciones literarias con un trabajo de carga y descarga de camiones en una nave industrial, Juan tendrá la oportunidad de indagar en su relación conflictiva con los hechos violentos que marcaron el fin de su infancia.
Deudora de algunos de los más relevantes escritores hispanoamericanos de los últimos años, como Roberto Bolaño o Rodrigo Rey Rosa, El hombre ajeno es una novela en la que el protagonista busca, en la biografía de un poeta maldito, las pistas para entender su propia vida.
Impresión personal.
Creo que ésta debe ser una de las reseñas que más me ha costado hacer y explico por qué. El hombre ajeno no es el libro que yo esperaba cuando leí su argumento y eso en parte me ha decepcionado bastante, pero, no puedo decir que sea un mal libro, aunque seguramente no lo calificaría de novela en el sentido que solemos entender por estos lares. De hecho, ha habido un momento durante su lectura, cuando ya he conseguido asumir que era más biografía que novela, que lo he disfrutado más. Y es que creo, que El hombre ajeno es un conjunto relacionado de dos biografías: una autobiografía novelada, la de Juan Linares que nos va contando él mismo, y una biografía pura y dura, contada en tercera persona como todas las biografías, la un poeta salvadoreño llamado Héctor Meier Peláez.
A mi personalmente no me desagradan las biografías. Al revés, quizás por deformación profesional, he leído y leo muchas y me gusta bastante leer la biografía de gente relevante socialmente. Por este motivo, lo que más me ha gustado del libro ha sido la biografía (parte segunda del libro) del poeta Héctor Meier, un poeta que, por cierto, no está en la wikipedia todavía (quizás ni exista, no lo sé) y del que no me importaría conocer más detalles. Esta parte, es una biografía pura y dura, narrada en tercera persona, que nos coloca en los antecedentes familiares y circunstanciales del pasado del poeta y de su trayectoria tanto personal como revolucionaria, como poeta y escritor. De las dos biografías, ésta me ha gustado más precisamente porque de los dos personajes del libro Héctor Meier se sale de lo corriente; de alguna manera, es un poeta especial, un poeta revolucionario, aunque en el ámbito hispanoamericano en que se mueve tampoco esto es excepcional porque podemos contar con poetas, escritores, incluso, cantautores, etc., muchos de ellos latinoamericanos que también han sido en su día revolucionarios y que han pagado con su vida precisamente esa circunstancia de permanente protesta contra el sistema. Creo que es una buena biografía, bien contada y bien ambientada en el marco en el que se desarrolla la vida del poeta y la de sus familiares.
Por otro lado, la primera y la tercera parte del libro es prácticamente la autobiografía novelada de Juan Linares, un personaje que si por algo se caracteriza es por ser "normal y corriente". De verdad, que por más que he intentado analizar que tiene de especial este personaje para que el autor me lo muestre con tanta relevancia en el libro, no he conseguido captar su intención, si es que la hay, respecto de una persona tan insulsa como Juan. Juan Linares es un tipo que nos cuenta su vida desde que era niño hasta su situación actual. Un tipo que vive en Móstoles, que está realizando su tesis doctoral sobre el poeta salvadoreño y que mientras hace esto se gana unos euros descargando camiones en un polígono industrial. Que tiene una pandilla de amigos de la Universidad con los que se junta de vez en cuando, liga de vez en cuando, donde cada uno tiene un papel asignado (el gracioso, el que va de divo, el que se da importancia, etc); que además tiene un amigo del instituto con el que sale más a menudo; que tiene una familia corriente con unos padres que trabajan en una cristalería propia y un hermano que intenta salir del mundo de la droga y el alcohol; y que mantiene una relación no formal con una inmigrante ucraniana que tiene los problemas propios de su condición de madre inmigrante con hijos en la lejanía. Por otro lado, como cualquiera tiene una serie de recuerdos de su infancia donde un trágico "accidente" hizo que un compañero de estudios perdiera la vida y que hizo que desde entonces dejara de ser un poco gamberrete y "sentara la cabeza" en los estudios. Al principio, pensé que este hecho de la infancia iba a dar mayor juego a la novela, pero al final queda totalmente descafeinado dentro de la vida del protagonista tal y como se resuelve el asunto en la novela. También pensé que los problemas de Irina, la ucraniana que sale con él, iba a tener un desenlace que influyera de forma determinante en la vida y el futuro inmediato del protagonista, pero este personaje desaparece en la novela y no volvemos a saber nada de ella. Lo mismo nos ocurre con Rafa, su amigo, dejamos de saber qué  pasa con la situación personal que el autor nos ha mostrado previamente; tampoco llegamos a saber qué pasa con sus compañeros de la nave del polígono. Simplemente, desaparecen y casi todas las historias se quedan sin cerrar, incompletas, ni siquiera la de Juan se cierra al final del libro y no sabemos qué pasa con su tesis y si sus aspiraciones se cumplen o no.
Finalmente, me ha gustado de este libro la ambientación de algunos escenarios. No he vivido en Móstoles, pero he vivido diez años en Parla, muy cerca, otra ciudad dormitorio del sur de Madrid, y en el libro se reflejan escenarios y situaciones que efectivamente yo he conocido en Parla. Ciudades en una época determinada "sin ley" donde hay una población enorme de inmigrantes españoles, mucha situación precaria, baja formación, droga, alcohol y muchas vidas pérdidas al amparo del dinero rápido que ganaban muchos jóvenes en sectores como la construcción.
También me ha gustado la descripción del trabajo en el polígono industrial. Los personajes de la nave de carga y descarga, sus motivaciones, su forma de vida y sus aspiraciones.
Por cierto, que la manera de escribir del autor es muy fluida y sencilla a pesar de que en muchas ocasiones lo que nos está contando no es relevante, pero me ha gustado su manera de escribir, su estilo y creo que la novela podría haber dado mucho juego si hubiera tenido un protagonista más dinámico y relevante, mayor relación con la vida del poeta y el resto de personajes hubiera tenido mayor protagonismo dentro de la historia. Muchos de ellos podrían haber dado mucho más juego en la vida de Juan como Irina, Alberto y Rafa. 
En conclusión, me ha gustado conocer la historia de Héctor Meier, un poeta del que desconocía su existencia, si es que existe, pero El hombre ajeno, aún estando bien escrito, no es la novela que esperaba y su protagonista principal realmente no me ha aportado nada y no he conseguido empatizar con él en ningún momento.