El hombre del bate

Publicado el 04 abril 2016 por Rebecasanchez
SPOILERS DEL FINAL DE TEMPORADA DE LA SERIE
Los seguidores de The Walking Dead llevan meses esperando la aparición de Negan, personaje que hizo acto de presencia en los últimos compases de Last Day On Earth. ¿Valió la pena la espera? Personalmente creo que no. La AMC ha cometido un error garrafal con ese cliffhanger final desmontando por completo la amenaza que supone Negan y negándole al espectador un cierre de temporada a la altura de aquel “We have to go back”. 
Hace meses que sabemos que AMC contrató a Jeffrey Dean Morgan para interpretar al nuevo monstruo de The Walking Dead. En teoría, Negan es la peor amenaza a la que se han tenido que enfrentar Rick y los suyos, y su incorporación prometía ser un revulsivo para un producto que durante su sexta temporada ha perdido buena parte de su credibilidad con absurdos giros de guión, amagos de muerte y cambios de personalidad sin sentido. Lo de Glenn aún colea, el giro radical de Carol no tiene ni pies ni cabeza y, para colmo, el haber construido toda la temporada entorno a la aparición de un personaje ha creado unas expectativas imposibles de cumplir. 
Jeffrey Dean Morgan es un actor querido, medianamente respetado, y todos estaremos de acuerdo en que era lo mejor de aquella nefasta adaptación de Watchmen que Snyder nos despachó hace unos años. Morgan, en racha en The Good Wife, representa lo peor de ese mundo apocalíptico en el que sobrevivir significa ir perdiendo, poco a poco, la cordura y la humanidad. En los cómics, la incorporación de Negan fue capaz de llevar la historia hacia lugares más terribles y oscuros; esperemos que la adaptación televisiva sea capaz de añadir esa fiereza porque ahora, más que nunca, la supervivencia se ha convertido en un enfrentamiento a muerte entre seres humanos. 
La llegada de Negan es un punto de inflexión en el cómic que llega acompañado de sangre, dolor y muerte. El juego de Eenie Meenie, termina con el asesinato de Glenn. El salvajismo de esa muerte es imposible de borrar, representa uno de los momentos más icónicos del cómic y la mejor introducción posible para un personaje complejo y fascinante. Negan es, con diferencia, uno de los seres más sádicos creados por Kirkman pero también uno de los más interesantes porque, a pesar de su salvajismo extremo, en algunos momentos deja entrever cierta humanidad recordándonos que, antes del apocalipsis zombie, fue una persona. Es el reverso más tenebroso de Rick y la evolución definitiva del Gobernador. 
Los escasos minutos de Negan en pantalla, tras un capítulo excesivamente largo que se regodea compilando todos los fallos que la serie ha ido acumulando a lo largo de su historia, nos dejan con un cliffhanger que parece decir “Qué se joda el seguidor de The Walking Dead”. La idea de que nadie esta a salvo con Negan suelto se diluye al no mostrarnos la brutalidad de sus acciones por mucho que Rick y los suyos sean capaces de transmitir el miedo de aquellos que saben que van a morir. El hype creado fue tan enorme que se tragó a Negan y su bate con pinchos. Lo malo de esta presentación del personaje es que no aprovecha toda su potencialidad y deja al espectador con una sensación de decepción difícil de superar. ¿Tanta expectación para esto? 
Faltan unos seis meses para que The Walking Dead regrese. La séptima temporada tendrá que mostrarnos los efectos devastadores de Lucille pero ¿quién será el sacrificado? Ya sabemos que el cómic no es canon y que la serie ha tomado sus propias decisiones creativas desde el principio. Así que es muy posible que Gleen no sea el elegido, hay personajes mucho más prescindibles -Rosita, Eugene, Aaron, Sasha- que pueden pasar a mejor vida sin que eso altere a los fans.