El hombre gris desde que había visto a la muchacha azul sobrevolar el campo verde con flores amarillas, lo había decidido. Los del banco rojo no aceptaron su alma como garantía de pago. Esperaría en la acera que algún coche con la velocidad propicia le llevara para hacer algún trato con los dioses. Ellos, sin duda, serían más generosos.
©Mª Luisa López Cortiñas
(1) Si aún no sabes qué es eso de resonancias encontrarás toda la información en http://delaparaulaalmoviment.blogspot.com
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