El hombre más rico del mundo

Publicado el 27 octubre 2015 por Elturco @jl_montesinos

Imagen de http://www.libertaddigital.com

Estos días la prensa se ha hecho eco de dos noticias relacionadas con Amancio Ortega, máximo accionista de la empresa Inditex. Primero supimos que había donado 17 millones de euros para equipar la sanidad pública y más tarde que se había convertido en el hombre más rico del mundo según la clasificación de Forbes.

Lo primero no es nuevo. Hace unos años donaba 20 millones de euros a Cáritas. Las reacciones de algunos tampoco lo son. Cabe recordar, pero, que el hombre no nació rico. En realidad, nadie nace rico. Todos venimos al mundo de la misma forma. En pelotas. Algunos tienen cuna más alta que otros, de acuerdo. La de Amancio era del montón. Así que alguien que en cualquier otro país sería un héroe nacional, como lo son Bill Gates o Warren Buffet en Estados Unidos, aquí es estudiado hasta el céntimo de euro, para ver que porcentaje de su patrimonio es el que dona a beneficencia. Siguiendo la lógica de alguno, cabría decir que además de estos milloncejos de nada, a Inditex, y por tanto a Amancio, le han soplado el 30% de sociedades, más una pingüe cantidad de cotizaciones sociales. Muy solidarias todas ellas, según los popes del Bienestar del Estado. Perdón, del Establo del Bienestar. Poco importa a estos canallas que los desvelos y riesgos asumidos por don Amancio, ayuden a poner un plato de comida en la mesa a 140.000 familias a lo largo del mundo. Y esa es, por cierto, su verdadera labor social. 

La pregunta se me cae de la boca para todos los que hacen cuentas. Para aquellos que se quejan. ¿Qué pones tú? ¿Cuántas familias viven de lo que tu arriesgas? Muy pocos son capaces de crear algo para que coman tantos.

La segunda noticia, anecdótica desde luego, pues parece que la bolsa veleidosa a puesto de nuevo a Bill Gates en cabeza del listado de los ricachones a los pocos días, siempre viene acompañada del pero. De los memes hablando de explotación. Del “si es tan rico, algo malo habrá hecho”, tan castizo. Tan nuestro. No sé todo lo malo que haya podido hacer Inditex. Seguro está publicado. Me inclino a pensar que muchos problemas en muchos lugares emanan de forma casi segura de la legislación local antes que de la praxis de la empresa. En general, tendemos a descontextualizar los hechos. Nos gusta juzgar hechos pasado con leyes actuales. Formas de otros países con las nuestras. ¿Cómo que me quieren cobrar por ir al baño público? Cada cuestión habría que juzgarla por separado en su contexto adecuado. Y si se hizo algo mal, que se pague, vaya.

Pero no me sean estúpidos. Las condiciones de trabajo en grandes empresas no son distintas a las de las otras empresas de su entorno físico. Acaso mejores. Las condiciones de trabajo mejorarán principalmente por la mayor creación de riqueza en un país. Estas condiciones que poco o nada tienen que ver con la empresa en particular , son principalmente producto del país o la zona en la que están, salvo contadísimas excepciones. A mi me repugna la explotación infantil. También me repugnan los niños muriendo de hambre. No descontextualicen, por favor. La generación de sus padres o sus abuelos trabajaron de niños y adolescentes. Y mis padres estudiaron su carrera y esas cosas, con el dinero que ellos mismos se ganaron. Así que no se trata de lo que hace tal o cual empresa en tal o cual país, siempre que cumpla sus leyes. Se trata de si ese país ofrece las condiciones adecuadas para que las empresas, como Inditex, ayuden a crear riqueza. Si cada trabajador se lleva a casa su salario, o tiene, como en España, que dejarse robar para sustentar a una panda de mangantes que dicen redistribuir la riqueza de un país. Y cierto es que la redistribuyen. Bolsillo derecho o bolsillo izquierdo.

Piensen siempre en las condiciones de contorno. No se vayan de contexto. Que igual el que hace algo malo, es el que dice que va de bueno, redistribuyendo y esas mandangas.


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